Tultepec, Estado de México.- Antonio Cocoma fue testigo de la explosión en Tultepec, pocos segundos después del primer estallido. Comenzó a grabar con su teléfono desde su auto en marcha.
Minutos después entró al mercado San Pablito grabando y alcanzó a captar cómo miles de juegos pirotécnicos estallaban en el lugar.
La desesperación por escapar del lugar hizo que familias completas se separaran, mientras otros escapaban de las explosiones.
Entre las personas que lograron salir se encuentra Eduardo Solano, locatario, quien desde hace 30 años se dedica a la pirotecnia en su silla de ruedas.
Eduardo declaró que el niño le platicó que se encontraba comprando en un puesto y que vio a otro pequeño en otro puesto jugando con los cohetes, y cuando lo prendió botó la chispa dentro del local y fue como empezó la explosión en otros locales.
Otros sobrevivientes dieron a conocer que el terror de las explosiones duró aproximadamente 20 minutos.
Las historias desgarradoras del terrible siniestro que ha cobrado la vida de 32 personas, siguen dándose a conocer.
Recuerda José Morales, propietario de una chiquita tapicería ubicada frente a San Pablito.
ASÍ AMANECIÓ TULTEPEC, CON OLOR A MUERTE
Habitantes de Tultepec tuvieron un despertar de luto e incertidumbre, luego de la pesadilla registrada la tarde del martes al incendiarse el mercado pirotécnico, donde 280 locatarios comercializaban sus productos.
Detrás de la malla decenas de personas buscaban a sus familiares, miraban los escombros de los locales, mostraban fotografías y preguntaban, suplicaban les dijeran si los había visto.
José Saldaña buscaba a Juan Antonio Alcalá y Óscar Maldonado, de 15 y 9 años. El martes los dos menores acudieron al tianguis de San Pablito junto con una mujer adulta, quien murió a consecuencia de las explosiones.
Concepción Hernández Báez buscaba a su madre Eva Báez, de 67 años, y a su hermano Yazmani, de 29 años, habitantes de Nicolás Romero. Ambos fueron a surtirse de mercancía al mercado pirotécnico y no regresaron. Con ellas iba una sobrina, de 23 años, quien corrió al empezar los estallidos y logró ponerse a salvo, pero sólo vio que sus familiares huyeron hacia el otro lado.
Otras personas, de la delegación Magdalena Contreras, de la Ciudad de México, buscaban a un hombre y su hija que fueron a comprar productos.
Lucía, vendedora de comida del tianguis pirotécnico, estuvo dentro del fuego y sobrevivió. Ella resultó con golpes, vio morir a la gente, a locatarios y clientes. También regresó la mañana del miércoles al lugar, a llorar, a tratar de entender lo que sucedió.
Tultepec tiene 151 mil habitantes y al menos 20% se dedica a la pirotecnia en sus diversas fases, desde la elaboración de tubos hasta la de cohetes, castillos y piromusicales.
Habitantes de Tultepec instalaron un centro de acopio en la concha acústica ubicada frente a la presidencia municipal, solicitan productos para velorio (café, azúcar y pan) y medicamentos para los lesionados dados de alta, pues requieren curaciones informó El Universal.