La rabia canina ya se había erradicado en este municipio. Según Javier Couoh Jiménez, ex coordinador municipal de Ecología, el último caso se dio hace unos 20 años hasta que ahora se presenta otro en un perro que vivía en la casa de su amo.
Personal de Salud consultado e incluso del Albergue Franciscano del Animal Desprotegido (AFAD) no recuerdan cuándo se presentó el anterior caso en el puerto.
Otros tres perros que vivían en la casa donde estaba el pitbull como mascota se mantienen en observación en el Centro de Control Canino de esta ciudad, para determinar si están infectados con el virus.
De acuerdo con fuentes de la SSY, el jueves pasado el dueño de la hembra de la raza pitbull, de tres años, la llevó a un médico veterinario para que la revisara, ya que había dejado de comer, estaba muy decaída y chocaba cuando caminaba.
Cuando el dueño de la pitbull la estaba bajando del vehículo, el animal le mordió un hombro. El veterinario auscultó al perro y le llamaron la atención sus síntomas, así que se hicieron estudios de laboratorio ante las sospechas de rabia.
El animal fue sacrificado, pues es la única forma de confirmar si padecía esa enfermedad.
El propietario de la pitbull informó a la SSY que adoptó al animal desde que tenía un mes de edad y no contaba con vacunación vigente.
Edilberto Quezada Domínguez, coordinador municipal de Ecología, informó que la SSY les pidió que se resguardara en el Centro de Control Canino a tres perros que estaban como mascotas en un predio de la calle 31 entre 140 y 142, donde un animal mordió a su amo.
