Ahora, luego de ser la "clásica" fila para la entrega de papeles y muestras, los usuarios esperan su turno, para la toma de sangre, sin necesidad de hacer otra fila.
Los turnos "se reparten" automáticamente: a través de una pantalla de televisión, los derechohabientes pueden ver su nombre al tiempo que una voz los llama a la puerta correspondiente.
En el caso de la Unidad de Medicina Familiar "La Ceiba", hay unos 10 químicos que van tomando las muestras de sangre. El sistema, una vez que el químico se desocupa, "llama" al derechohabientes que sigue en la lista consecutiva.
Antes, los usuarios solían "enviar" a algún familiar a la fila de la toma de muestras de sangre, lo que no sólo duplicaba la espera sino lo hacía injusto para quien acudía solo, y tenía que hacer las dos "colas".
El "inconveniente" del sistema, que se aplica desde el mes de febrero, es que si un usuario no acude al "llamado", vuelve a ponerlo en la lista y lo nombra hasta cinco veces, lo que alarga la espera. Sipse
