La historia del mexicano que se ganó el respeto de todo EE.UU.

01 agosto 2017
Noticias de Yucatán 

Este fin de semana un mexicano fue honrado en los Estados Unidos de una forma sin precedente. Rafael Peralta, un sargento estadounidense de origen mexicano, fue reconocido por haber hecho el mayor sacrificio de todos: dar su propia vida para salvar a sus compañeros de combate. 

Por ello, el gobierno y Ejército de Estados Unidos acordó que el nombre de este valiente soldado perdurara en un buque de guerra, un destructor Arleigh Burke, que además portará la leyenda "Valiente Hasta el Final". 

Rafael Peralta murió en combate en Irak en noviembre de 2004, cuatro años después de haberse alistado en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos en el año 2000. 

El sargento, integrante del Cuerpo de Infantería de Marina, formaba en aquel entonces parte del operativo "Phantom Fury" en la ciudad de Faluya donde entró en combate contra integrantes de la insurgencia iraquí. Aquella batalla es considerada una de las más sangrientas de toda la guerra de Irak.

Después de los combates, Peralta y su pelotón tenían la misión de peinar la ciudad revisando casa por casa para encontrar insurgentes escondidos. 

Al entrar en una casa, el pelotón encontró a un grupo de insurgentes que los atacaron a tiros, acertando algunos de ellos en el mexicano. Según contaron los compañeros de batalla del marine, pese a las heridas Peralta consiguió abrirse paso y lanzarse sobre una granada que los rebeldes arrojaron contra el batallón. 

El cuerpo del mexicano sirvió para evitar que la explosión de la granada dañara a sus compañeros. 

Nadie olvidará el sacrificio del mexicano. En 2015, Peralta fue reconocido con la Cruz Marina que le fue entregada a la familia en una ceremonia en la base militar de Camp Pendleton. 

En 2008 fue solicitado que se le entregara el máximo mérito de la Medalla de Honor, pero esta fue negada dado que entre las autoridades militares surgieron dudas sobre si el soldado estaba consciente al momento de cubrir con su cuerpo el alcance que podía alcanzar el explosivo. 

No obstante, aún se busca ante el Congreso de Estados Unidos que el mérito le sea entregado. Rafael Peralta emigró con su familia de México a San Diego, California, es hijo de Rafael y Rosa Peralta y el mayor de 4 hermanos. 
El pasado fin de semana, nuevamente su valor fue reconocido en la base Aeronaval de North Island en Coronado, California (EU) donde tras una emotiva ceremonia su nombre quedó grabado en el destructor lanzamisiles guiados de la clase Arleigh Burke (DDG-115). 
Fuente: EFE
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