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El diario español, El País, recuerda a la administración de Peña Nieto como campeona del gazapo y asegura que el presidente de México es una verdadera vergüenza para quienes depositaron en él su fe política.
El diario español, El País, recuerda a la administración de Peña Nieto como campeona del gazapo y asegura que el presidente de México es una verdadera vergüenza para quienes depositaron en él su fe política.
En el artículo titulado “Gazapos”, el escritor Jorge F.
Hernández asegura que no es ninguna gracia que el presidente de México
intentara darle la bienvenida al presidente de Uruguay, con las acartonadas
palabras y ridícula ceremonia donde se refirió a su persona como “presidente de
la República Oriental del Paraguay”.
Reafirma que el presidente de México “es un campeón del
gazapo y una verdadera vergüenza para quienes hace más de una década
depositaron su fe política e invirtieron sus capitales en la fermentación de un
joven político que se supone que era campeón del teleprompter, allá en los
llanos de Toluca, cuando le salía de perlas leer en pantalla las sentidas
palabras para cualquier evento y eventualidad.”
El texto rememora que Peña Nieto “ha sido el mandatario
que confunde los nombres de los estados de la República Mexicana con ciudades
aleatorias e incluso el orden de los números para señalar minutos,
tartamudeando nerviosismos en aberrantes encuentros con campesinos o
estudiantes (tipo “town meeting” a la gringa), balbuceos de datos enrevesados,
enredando explicaciones inexplicables, soportando silencios incómodos,
simulacros constantes, calcetines invertidos, corbatas de nudo horrendo, gomina
de tsunami, libros sin leer, estanterías sin libros, casas que no son hogar…
largo etcétera.”
El artículo le recomienda al mandatario, que al filo del
destape del candidato del PRI, procure seleccionar a alguien que sepa escuchar
el rumor de tantos muertos, el murmullo de tantos errores y desgracias, el vaho
de la pobreza y el rugido de los humildes, los millones de niños que hacen su
tarea creyendo que ascender al conocimiento podría erradicar de su paisaje la
perniciosa presencia de personas nocivas que hablan por hablar, salivando
gazapos que no tienen ninguna gracia ni justificación.”
“Dícese gazapo al hombre astuto, que a veces se hace el
disimulado y también llaman así a los conejos imberbes, pero también es gazapo
la mentira y el embuste; peor aún, es gazapo el yerro que se le escapa
inadvertidamente al ignorante o amnésico por escrito o al hablar en voz alta.
Es sabido que los toros supuestamente bravos que embisten a regañadientes, sin
nobleza y más propensos a la mansedumbre cabeceando peligrosamente y sin
claridad son llamados gazapones, por no decirles bueyes”, describe el diario.
Con información de El País