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De acuerdo a The Economist, Ricardo Anaya tiene las agallas para desafiar tanto a Andrés Manuel López Obrador, como a la maquinaria política residual del PRI.
Según la publicación, Anaya ofrece la mayor esperanza de derrotar a AMLO. Es joven, tiene 38 años. Es polemista y un operador político formidable que habla con un enfoque de láser.
Enrique Krauze ha declarado que José Antonio Meade, hace una virtud de su falta de antecedentes políticos. Y la escala del bien merecido repudio de Peña Nieto hace que la tarea de Meade sea imposible.
La pregunta es: ¿Qué tipo de cambio quieren los mexicanos? AMLO propone el cambio con ideas que son muy viejas, atrapadas en el pasado, mientras que su propio ideal es una democracia moderna abierta al mundo y a nuevas tecnologías, menciona The Economist.
AMLO promete cancelar la construcción del aeropuerto que remplazaría al actual en la Ciudad de México. Revertiría la reforma educativa, que responsabiliza a los docentes por las evaluaciones. Así mismo, no quiere convertir a México en una dictadura marxista como Cuba o Venezuela. De acuerdo a Jorge Castañeda, él quiere ser amigo de esos países.
AMLO promete combatir la corrupción, pero promete recortar los salarios de los altos funcionarios, lo que es una receta para la corrupción.
Anaya argumenta que para imponer el estado de derecho las instituciones más fuerte son esenciales. Él quiere que la oficina del fiscal general, sobre la cual el presidente tiene influencia, sea completamente autónoma.
Lucharía contra las bandas de narcotraficantes con mejor inteligencia. Para enfrentar la pobreza, introduciría “gradualmente” un ingreso básico universal (aunque los votantes podrían preferir más y mejores empleos.
Él enfrenta otros obstáculos. Sus ataques despiadados contra el PRI, son una espada de doble filo. Si Meade no tiene ninguna posibilidad, “es más fácil para los priistas ir con AMLO , de acuerdo a Krauze.
La mayor dificultad de Anaya puede ser que en su búsqueda decida de la candidatura haya enajenado a figuras importantes de su propio partido, empezando por Margarita Anaya, que se postula como independiente. De acuerdo a The Economist, Anaya debe ser un sanador y un luchador.
Con información de The Economist
