Noticias de Yucatán
El vuelo MU587 de la aerolínea China Eastern, tuvo que ser desviado de su destino original debido a que un pasajero atravesaba una crisis que ponía en riesgo su salud.
Con tal de aterrizar como lo dictan los protocolos de seguridad, el piloto del avión con destino a Nueva York, arrojó más de 30 toneladas de combustible desde el aire para poder realizar la maniobra de emergencia en una pista de aterrizaje en Alaska.
El vuelo, procedente de la ciudad china de Shanghái, llevaba un pasajero de 60 años de edad que comenzó a presentar dificultades de respiración que pronto lo llevaron a perder el conocimiento.
“El pasajero fue transferido a la Clase Business para recostarlo en el suelo. Dos paramédicos a bordo de la aeronave se ofrecieron para darle tratamiento al paciente una vez que la tripulación pidió ayuda a los pasajeros que tuvieran entrenamiento médico”, relata el medio local que divulgó la noticia.
“Luego de tres horas,” indica el portal chino CGTN, “el paciente comenzó a quejarse del entumecimiento de sus músculos”.
Tras notificarle lo sucedido al piloto, este decidió notificar a la central, desde donde se le ordenó dirigirse al aeropuerto de la ciudad de Anchorage, Alaska, para realizar un aterrizaje de emergencia.
El problema es que el avión aún conservaba una cantidad masiva de combustible, lo que ponía en riesgo el aterrizaje, así que el piloto tomó la decisión de arrojarlo para evitar problemas al momento de descender sobre la pista.
El capitán responsable de esta maniobra, Gu Jian, ofreció detalles del incidente al medio chino CGTN:
Por razones de seguridad el avión tuvo que arrojar gasolina durante el descenso. Los rescatistas llegaron de inmediato después del aterrizaje”.
Tuvieron que pasar poco menos de seis horas para que el vuelo reanudara su camino hacia la ciudad de Nueva York, ya con sus reservas de combustible repuestas.
De acuerdo a expertos consultados por el portal especializado Popular Mechanics, la maniobra de arrojar combustible en pleno vuelo, está diseñada para que la altitud le de tiempo al compuesto químico de evaporarse en el aire, evitando que este bañe la tierra o algún cuerpo de agua.
El vuelo MU587 de la aerolínea China Eastern, tuvo que ser desviado de su destino original debido a que un pasajero atravesaba una crisis que ponía en riesgo su salud.
Con tal de aterrizar como lo dictan los protocolos de seguridad, el piloto del avión con destino a Nueva York, arrojó más de 30 toneladas de combustible desde el aire para poder realizar la maniobra de emergencia en una pista de aterrizaje en Alaska.
El vuelo, procedente de la ciudad china de Shanghái, llevaba un pasajero de 60 años de edad que comenzó a presentar dificultades de respiración que pronto lo llevaron a perder el conocimiento.
“El pasajero fue transferido a la Clase Business para recostarlo en el suelo. Dos paramédicos a bordo de la aeronave se ofrecieron para darle tratamiento al paciente una vez que la tripulación pidió ayuda a los pasajeros que tuvieran entrenamiento médico”, relata el medio local que divulgó la noticia.
“Luego de tres horas,” indica el portal chino CGTN, “el paciente comenzó a quejarse del entumecimiento de sus músculos”.
Tras notificarle lo sucedido al piloto, este decidió notificar a la central, desde donde se le ordenó dirigirse al aeropuerto de la ciudad de Anchorage, Alaska, para realizar un aterrizaje de emergencia.
El problema es que el avión aún conservaba una cantidad masiva de combustible, lo que ponía en riesgo el aterrizaje, así que el piloto tomó la decisión de arrojarlo para evitar problemas al momento de descender sobre la pista.
El capitán responsable de esta maniobra, Gu Jian, ofreció detalles del incidente al medio chino CGTN:
Por razones de seguridad el avión tuvo que arrojar gasolina durante el descenso. Los rescatistas llegaron de inmediato después del aterrizaje”.
Tuvieron que pasar poco menos de seis horas para que el vuelo reanudara su camino hacia la ciudad de Nueva York, ya con sus reservas de combustible repuestas.
De acuerdo a expertos consultados por el portal especializado Popular Mechanics, la maniobra de arrojar combustible en pleno vuelo, está diseñada para que la altitud le de tiempo al compuesto químico de evaporarse en el aire, evitando que este bañe la tierra o algún cuerpo de agua.