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“Cuando vi al niño en la caja solo pensé: No es posible. Estamos en el Siglo XXI. Esto solo se ve en África, en Somalia, en algún lugar por allá… Esto no debe ser”, se informa en Megamedia.
Son palabras de Raúl Nemesio Contreras, pediatra adscrito al Hospital General de Tekax, quien atendió al bebé que se ve en una de las fotografías mostradas por el exgobernador Patricio Patrón Laviada en rueda de prensa, anteayer.
El médico accedió a formular opiniones sobre el caso y relatar detalles de los hechos que rodearon a la imagen, que se vio en la conferencia de prensa junto a otra de Venezuela, a manera de comparación —según dijo Patrón Laviada— de la situación en el hospital de Tekax con la que se vive en el país sudamericano.
De entrada, el doctor Nemesio Contreras ratifica que la primera fotografía sí fue tomada en el hospital tekaxeño. Incluso, la muestra en su teléfono celular.
“Este niño tiene nombre, apellidos, lugar de origen… Tiene papá y mamá. Y me consta, ya que lo tuve a mi cargo en el turno correspondiente”, explica.
Los hechos, de acuerdo con su relato, ocurrieron el 25 de marzo pasado. Ese día, al llegar al nosocomio, alguien le dijo a manera de broma: “Le dejaron un regalito”.
El “regalito” era ese pequeño, de apenas dos meses de edad. Fue internado a causa de una cardiopatía congénita compleja. Llegó desacompasado al hospital y lo recibió una doctora que atiende en el turno anterior al del entrevistado.
Esa doctora, según narraron al pediatra, logró estabilizar al pequeño, pero éste necesitaba apoyo de oxígeno y allí surgió un problema.
“El oxígeno se da por medio de una cámara cefálica, que es un casco transparente”, explica el médico.
Sin embargo, no se tenía el dispositivo en el hospital.
“Al niño lo arrebataron de la muerte”, prosigue el profesional al recordar el trabajo de sus colegas. “Se la rifaron”.
Ante las carencias tuvieron que recurrir a la imaginación. ¿Cómo darle oxígeno al bebé? Ni pensar en una bolsa. Tampoco en un frasco de mayonesa, como se ha hecho en otros lados.
Entonces se recurrió a la caja. De esa forma los médicos, luchando contra la falta de equipos, lograron estabilizar al pequeño.
Finalmente el bebé falleció en el Hospital O’Horán el 15 de abril.
El doctor Nemesio Contreras subraya que hay carencias en el hospital de Tekax: “No hay medicamentos para la estabilización de un paciente, no hay para enfermedades prolongadas…”.
“Tampoco hay dispositivos”, añade. “El bebé necesitaba calentarse y (su cuerpo) alcanzaba justo en la cuna radiante. Tuvimos que idear una propia lámpara de chicote. Si ven al nené notarán que tiene vendadas las piernas; esto es para mantener su temperatura y facilitar la circulación, pero necesitaba más calor y no había algo que se lo diera”.
A una pregunta, reconoce que han fallecido pacientes en ese nosocomio por falta de medicinas y dispositivos.
“Sí, han fallecido bebés y otros niños… El de la caja sobrevivió, para luego fallecer el 15 de abril”, enfatiza.
“Cuando vi al niño en la caja solo pensé: No es posible. Estamos en el Siglo XXI. Esto solo se ve en África, en Somalia, en algún lugar por allá… Esto no debe ser”, se informa en Megamedia.
Son palabras de Raúl Nemesio Contreras, pediatra adscrito al Hospital General de Tekax, quien atendió al bebé que se ve en una de las fotografías mostradas por el exgobernador Patricio Patrón Laviada en rueda de prensa, anteayer.
El médico accedió a formular opiniones sobre el caso y relatar detalles de los hechos que rodearon a la imagen, que se vio en la conferencia de prensa junto a otra de Venezuela, a manera de comparación —según dijo Patrón Laviada— de la situación en el hospital de Tekax con la que se vive en el país sudamericano.
De entrada, el doctor Nemesio Contreras ratifica que la primera fotografía sí fue tomada en el hospital tekaxeño. Incluso, la muestra en su teléfono celular.
“Este niño tiene nombre, apellidos, lugar de origen… Tiene papá y mamá. Y me consta, ya que lo tuve a mi cargo en el turno correspondiente”, explica.
Los hechos, de acuerdo con su relato, ocurrieron el 25 de marzo pasado. Ese día, al llegar al nosocomio, alguien le dijo a manera de broma: “Le dejaron un regalito”.
El “regalito” era ese pequeño, de apenas dos meses de edad. Fue internado a causa de una cardiopatía congénita compleja. Llegó desacompasado al hospital y lo recibió una doctora que atiende en el turno anterior al del entrevistado.
Esa doctora, según narraron al pediatra, logró estabilizar al pequeño, pero éste necesitaba apoyo de oxígeno y allí surgió un problema.
“El oxígeno se da por medio de una cámara cefálica, que es un casco transparente”, explica el médico.
Sin embargo, no se tenía el dispositivo en el hospital.
“Al niño lo arrebataron de la muerte”, prosigue el profesional al recordar el trabajo de sus colegas. “Se la rifaron”.
Ante las carencias tuvieron que recurrir a la imaginación. ¿Cómo darle oxígeno al bebé? Ni pensar en una bolsa. Tampoco en un frasco de mayonesa, como se ha hecho en otros lados.
Entonces se recurrió a la caja. De esa forma los médicos, luchando contra la falta de equipos, lograron estabilizar al pequeño.
Finalmente el bebé falleció en el Hospital O’Horán el 15 de abril.
El doctor Nemesio Contreras subraya que hay carencias en el hospital de Tekax: “No hay medicamentos para la estabilización de un paciente, no hay para enfermedades prolongadas…”.
“Tampoco hay dispositivos”, añade. “El bebé necesitaba calentarse y (su cuerpo) alcanzaba justo en la cuna radiante. Tuvimos que idear una propia lámpara de chicote. Si ven al nené notarán que tiene vendadas las piernas; esto es para mantener su temperatura y facilitar la circulación, pero necesitaba más calor y no había algo que se lo diera”.
A una pregunta, reconoce que han fallecido pacientes en ese nosocomio por falta de medicinas y dispositivos.
“Sí, han fallecido bebés y otros niños… El de la caja sobrevivió, para luego fallecer el 15 de abril”, enfatiza.
