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En la ciudad italiana de Nápoles, un anciano mirando hacia el mar en compañía de un pequeño portarretratos llamó la atención de un local que se vio conmovido por la escena. Decidió capturarla en un fotografía y la publicó el pasado 1 de julio en Facebook con el siguiente mensaje:
"Hace días que viene, no conozco a esta espléndida persona. Solo sé que el suyo seguramente fue un gran amor. Le he visto llorar; creo que ya no nacen hombres así".
La historia se volvió viral con rapidez: fue compartida cerca de 3.600 veces, alcanzando más de 6.000 reacciones y cientos de comentarios hasta el momento de esta publicación.
De acuerdo con La Reppublica, el autor de la fotografía, Giogo Moffa, relató a la prensa que un día se acercó al hombre para conocer la razón de su ritual. Según él, el anciano lleva todos los días el retrato de su esposa fallecida a un muro frente del mar; "como símbolo de un amor que no termina, de la distancia y la soledad", asegura la publicación.
Según otro medio local, el protagonista de este romance es Giuseppe Giordano, un jubilado de 70 años y tres hijos que perdió a su compañera siete años atrás por una enfermedad. "Él no puede estar sin ella y lleva esa imagen enmarcada a todos los sitios, la mantiene apretada, como la cosa más preciosa", describe el diario.
En la ciudad italiana de Nápoles, un anciano mirando hacia el mar en compañía de un pequeño portarretratos llamó la atención de un local que se vio conmovido por la escena. Decidió capturarla en un fotografía y la publicó el pasado 1 de julio en Facebook con el siguiente mensaje:
"Hace días que viene, no conozco a esta espléndida persona. Solo sé que el suyo seguramente fue un gran amor. Le he visto llorar; creo que ya no nacen hombres así".
La historia se volvió viral con rapidez: fue compartida cerca de 3.600 veces, alcanzando más de 6.000 reacciones y cientos de comentarios hasta el momento de esta publicación.
De acuerdo con La Reppublica, el autor de la fotografía, Giogo Moffa, relató a la prensa que un día se acercó al hombre para conocer la razón de su ritual. Según él, el anciano lleva todos los días el retrato de su esposa fallecida a un muro frente del mar; "como símbolo de un amor que no termina, de la distancia y la soledad", asegura la publicación.
Según otro medio local, el protagonista de este romance es Giuseppe Giordano, un jubilado de 70 años y tres hijos que perdió a su compañera siete años atrás por una enfermedad. "Él no puede estar sin ella y lleva esa imagen enmarcada a todos los sitios, la mantiene apretada, como la cosa más preciosa", describe el diario.