Un niño de 12 años que vendía dulces y cobraba pasaje en camiones de Puebla, falleció tras caer de forma accidental del camión en el que trabajaba. Su deceso ocurrió sobre la carretera Puebla- Tehuacán.
Uriel tenía 12 años, cursaba la primaria cuando la situación financiera de su familia lo obligó a dejar la escuela. Quería ayudar a su mamá en los gastos, así que empezó a vender dulces y cobrar pasaje en los camiones, sus amigos y conocidos lo apodaron “El Chicles”.
Resbala al bajar del autobús
El 3 de julio parecía un día habitual en su rutina. Subió a un autobús de la línea Navistar Beca con ruta Tehuacán-Tepeacaen. Invitó a los pasajeros a comprar sus dulces y, al terminar, se dirigió a la salida para abordar otro vehículo. Bajaba cuando tuvo un accidente fatal, resbaló de uno de los escalones y, al caer, se golpeó la cabeza y falleció.
Los pasajeros y el chófer presenciaron la tragedia. El niño había muerto casi al instante. La comunidad poblana lamentó su muerte, solían verlo trabajar todos los días. Sus familiares le dieron el último adiós el viernes pasado.
