Enrique Sanz era el “co-conspirador número 3” en la acusación que el
Departamento de Justicia presentó en 2015, quien presuntamente organizó y
aceptó sobornos a cambio de los derechos comerciales de torneos internacionales
de fútbol junto a otros funcionarios vinculados a la FIFA.
Aunque los fiscales federales estadounidenses nunca
imputaron o sentenciaron públicamente a Sanz, alegaron que el colombiano
participó en la trama cuando trabajó para Traffic USA, una compañía de
marketing deportivo, antes de unirse a la Concacaf en 2012.
La acusación que se hizo pública consignó que Sanz recibió
una “carísima pintura de una galería de arte en Nueva York” como soborno.
La FIFA dijo que el órgano de decisión de la comisión de
ética independiente investigó la negociación de sobornos a Sanz durante su
participación en la Confederación de Fútbol de Norteamérica, Centroamérica y el
Caribe entre 2012-15.
Fue encontrado culpable y también deberá pagar una multa de
100 mil francos suizos (100 mil dólares).
En 2014, Sanz pidió una licencia de su cargo en la Concacaf
para recibir tratamiento por leucemia.
Fuente: El Financiero