ITALIA.- Las autoridades italianas investigan a nueve
sacerdotes y miembros de una congregación católica disuelta recientemente
por el Vaticano, luego de que el obispo de la ciudad de Prato, Giovanni
Nerbini, presentó una denuncia ante la policía de posible abuso sexual contra
dos personas.
En conferencia de prensa, el obispo precisó el miércoles que
los fiscales penales locales iniciaron la pesquisa contra miembros de la
congregación Discípulos de la Anunciación. Prometió la cooperación de la
Iglesia con la investigación.
La Iglesia italiana apenas ha comenzado a considerar el
problema del abuso del clero después de años de encubrirlo y negar que fuera un
problema. La conferencia de prensa de Nerbini fue inusual. Indica que los
obispos italianos han comenzado a lidiar con el escándalo de abuso sexual de
manera más transparente y activa, denunciando casos a la policía.
En diciembre, el Vaticano disolvió oficialmente a los
Discípulos, una asociación de fieles con sede en Prato y aprobada por la
diócesis, después de que dos investigaciones sucesivas del Vaticano
descubrieron una serie de problemas y de que varios miembros huyeron del grupo.
El Vaticano ha suspendido o ha tomado el control de varias
de estas nuevas asociaciones y movimientos católicos en los últimos años
después de que surgieron denuncias de irregularidades, incluidos abuso sexual y
abuso de autoridad por parte de sus líderes, a menudo carismáticos.
El diario La Nazione, de Prato, dijo que los nueve
investigados por abuso sexual incluían tres sacerdotes de la orden religiosa,
otros cinco sacerdotes y un hermano.
En Italia, los clérigos no tienen la obligación de
denunciar el abuso sexual contra menores de edad. Las víctimas han exigido
desde hace mucho tiempo que la jerarquía católica italiana obligue a los
obispos y superiores religiosos a denunciar sospechas de abuso a la policía,
incluso sin el requisito legal.
La diócesis de Prato publicó un comunicado de prensa
señalando que Nerbini por sí solo llevó el caso a las autoridades de Prato en
diciembre. Su predecesor no lo había hecho cuando recibió la queja de la
víctima en junio, informándola solo al Vaticano, como lo exige la ley canónica
interna de la Iglesia católica.
También se está llevando a cabo una investigación canónica,
dijo Nerbini.