El papa Francisco tuvo una reacción particular cuando
una monja le preguntó si la besaría.
El intercambio tuvo lugar este miércoles, al comienzo de la
audiencia general semanal del pontífice. Mientras Francisco saludaba a los
peregrinos dentro de la sala de audiencia papal, en la Ciudad del
Vaticano, una monja extendió los brazos intentando atraer su atención,
indica el portal de noticias RT.
"¡Beso, papa!", dijo la monja en italiano. El papa
Francisco aceptó el pedido. Pero puso una condición: "¡No
muerdas!".
"¡Tengo miedo! ¡Muerdes! Te daré un beso, pero mantén
la calma, ¡no muerdas!", respondió el pontífice y luego se inclinó para
darle un beso en la mejilla.
El curioso episodio se produjo una semana después de
que el papa Francisco se disculpara por haber dado un manotazo a
una mujer que le tomó y tiró de la mano con fuerza, la noche del pasado 31
de diciembre, mientras estaba visitando el pesebre de la Plaza de San Pedro
(Vaticano).