Una jueza de California bloqueó este domingo la orden del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir las descargas de la red de mensajería china WeChat (el WhatsApp chino) en el mercado de aplicaciones estadounidense.
La magistrada federal Laurel Beeler, de una corte del Distrito Norte de California, emitió una orden preliminar para bloquear la prohibición a las descargas de WeChat que iba a entrar en vigor a las 23:59 hora local de este domingo (03:59 GMT).
En los hechos, la prohibición debía desactivar las funciones de la aplicación de la plataforma utilizada por unos 19 millones de personas en suelo estadounidense para mensajería, compras, pagos y otros servicios, así como su empleo para toda transferencia financiera y otras funciones.
Un grupo de usuarios había cuestionado la medida.
Según la decisión de la jueza Laura Beeler, consultada por la AFP, los demandantes demostraron que la decisión del Departamento de Comercio planteaba "serias interrogantes" sobre el respeto de la primera enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza la libertad de expresión.
La jueza explicó en un escrito que "ciertamente el interés general de seguridad nacional del Gobierno es significativo, pero (...) mientras que el Gobierno ha establecido que las actividades de china suponen preocupaciones significativas de seguridad nacional, ha dado pocas pruebas de que la prohibición efectiva de WeChat para todos los usuarios en Estados Unidos aborde esas preocupaciones".
"Y como apuntan los demandantes -agregó-, hay alternativas obvias a una prohibición completa, como vetar WeChat de los aparatos del Gobierno, como ha hecho Australia, o adoptar otras medidas para tratar la seguridad de los datos".
Esta decisión supone una victoria para la empresa propietaria de WeChat, la tecnológica china Tencent Holdings, y la Alianza de Usuarios de WeChat en Estados Unidos, una organización que asegura que no está vinculada a la compañía que presentó una demanda contra la Administración de Trump en agosto.
La jueza razonó que en los usuarios de WeChat en Estados Unidos han expresado en su demanda "cuestiones serias" sobre la amenaza que puede suponer la orden del Gobierno a sus derechos reconocidos en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que garantiza las libertades de expresión, culto, prensa y de reunión.
Y mencionó que esa red social es de utilidad para miembros de la comunidad chino-estadounidense o hablantes chinos en el país norteamericano.
"Las pruebas de los demandantes reflejan que WeChat es efectivamente el único medio de comunicación para muchos en la comunidad, no solo porque China prohíbe otras aplicaciones, sino también porque los hablantes chinos con poco dominio del inglés no tienen otra opción más que WeChat", razonó la magistrada.