Apenas el pasado mes de enero, una turista subió la
escalinata de la pirámide de Kukulcán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá,
y este fin de semana otro visitante, presuntamente de fuera del Estado, hizo lo
mismo en el mismo lugar.
Al parecer, se está volviendo costumbre que los visitantes
violen las disposiciones federales, y aunque supuestamente se aplican sanciones
administrativas que van de los 100 y hasta los 50 mil pesos, no queda claro si
en verdad estas personas los pagan o se les deja ir sin problema alguno.
De acuerdo con un video que circula por redes sociales este
lunes, un turista simplemente hizo caso omiso de las disposiciones en Chichén
Itzá que prohíben subir a la pirámide, y se fue tranquilamente hacia arriba, y
cuando fue descubierto ya había avanzado varios escalones.
Subir a estos monumentos arqueológicos no está permitido
debido a que eso provoca que su deterioro sea más veloz, pero para algunos
visitantes, como se ha visto, dichas disposiciones son letra muerta.
El caso es que un empleado del lugar tuvo que subir para
hacer descender al visitante, y al preguntarse a trabajadores de la zona si el
turista enfrentará cargos o será multado, sólo respondieron que enfrentará la
Ley de Sitios Arqueológicos y Monumentos, y se procederá ante el jurídico de
administración.