En un letrero se lee: “Ayuntamiento de Zinacantepec, estamos trabajando para mejorar el medio ambiente”, pero al lado, la Laguna de Ojuelos se mantiene completamente seca.
En temporada de lluvias, aquí es común ver patos y garzas; hoy, algunas aves que buscan agua y alimento sobre el suelo agrietado, es de lo poco que quedó de vida en este lugar, que se localiza en uno de los 101 municipios mexiquenses que padecen sequía, de acuerdo con el monitoreo de la Comisión Nacional del Agua.
“Es la primera vez que se seca completamente. En años anteriores, sufría el estiaje, pero quedaba un poquito de agua, ahora es desalentador. Antes había patos, había pescaditos, ahora nada”, dijo Jesús , un vecino.
Atravesar el sitio a pie es peligroso, pues en algunas partes la tierra es fangosa, aunque por encima luce compacta. Por ello, fueron colocados algunos señalamientos con palos, con la finalidad de evitar accidentes.
PURA BASURA
Aves muertas, pieles de animales, cubrebocas y hasta ropa interior es lo que se alcanza a observar en este lugar, que tiene más apariencia de un campo de futbol llanero que de laguna y que, además, en otro momento fue reconocida como “Santuario del Agua”.
A mediados de febrero, un grupo de ciudadanos realizó trabajos de limpieza en el área, donde anteriormente se podían observar llantas y grandes cantidades de plástico que salieron a relucir con el estiaje.
Hasta el corte del 15 de abril, el Monitor de Sequía de México reportó este problema en el 80% de los municipios mexiquenses. Hasta el último corte del 15 de abril, en Toluca y Lerma la sequía era moderada y en Aculco, extrema.