Organizaciones sociales enviaron un recurso a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en apoyo de los niños mayas que se oponen a la
operación de una granja de 49 mil cerdos en la Península de Yucatán, en un área
cercana al pueblo maya de Homún, donde se encuentra la reserva estatal
geohidrológica Anillo de Cenotes. Señalan que esa granja ocasionará
contaminación al agua, emisión de contaminantes al aire y propagará patógenos.
En un amicus curiae, un testimonio legal de terceros
interesados, presentado este miércoles, los promoventes detallan evidencia
científica sustancial sobre los daños graves e irreversibles a la salud humana
y el medio ambiente asociados con las operaciones industriales de granjas
porcinas, explicaron Greenpeace y el Centro para la Diversidad Biológica, entre
otras agrupaciones que enviaron el escrito.
Las operaciones de granjas industriales de animales son
contaminantes notorios, refiere el escrito. Se espera que la operación de esta
granja genere alrededor de 272 millones de kilogramos de orina y heces cada
año, más de lo que genera toda la población humana de Tijuana. Ese desperdicio
se almacenará en pozos descubiertos y luego se eliminará en campos cercanos,
una práctica empleada por muchas granjas industriales de animales en los
Estados Unidos, señalaron en un comunicado
“La contaminación derivada de las granjas porcinas
industriales ya ha degradado de manera desproporcionada enormes extensiones de
tierra y agua de comunidades indígenas en la Península de Yucatán,” dijo
Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
“Agregar otra mega granja abrumará este frágil ecosistema con excrementos y
gases nocivos de animales”.
“Numerosos estudios científicos proporcionan evidencia de
que las operaciones industriales de cerdos liberan contaminantes a las
comunidades vecinas, donde afectan la salud y la calidad de vida de los
vecinos. Tales operaciones se han asociado con aumentos en los síntomas
respiratorios y de asma, presión arterial, estrés y ansiedad entre los
residentes que viven cerca”, dijo Jill Johnston, profesora asistente de
Medicina Preventiva en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur
de California, quien se unió al escrito de “amigo de la Corte”.
“La ganadería industrial pone en riesgo nuestra salud y la
salud del medio ambiente. Este tipo de producción intensiva está cerca de los
centros de población y las ciudades, lo que genera una mayor exposición a las
enfermedades. Por eso debemos buscar una transición del modelo agroindustrial,
hacia una producción agroecológica, sustentable y saludable que respete los
ciclos de la naturaleza y garantice el respeto a los derechos de las personas”,
dijo Viridiana Lázaro, campañista de Agricultura y Alimentación de Greenpeace
México.
La Península de Yucatán alberga cuatro sitios protegidos por
la Convención de Ramsar, un tratado intergubernamental que protege humedales
espectaculares: Laguna de Términos, Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de
Cenotes, Parque Estatal Lagunas de Yalahau y Reserva de la Biosfera Ría
Celestún.
Fuente: La Jornada