La empresa
estadounidense Colossal, presentada este lunes, se planteó el reto
de que los mamuts lanudos, una especie extinta hace 4.000 años, vuelva a pisar
el suelo ártico.
"Colossal lanzará un modelo práctico de des-extinción y
será la primera compañía en aplicar técnicas avanzadas de modificación genética
para reintegrar al mamut lanudo en la tundra ártica", dijo la compañía en
un comunicado.
La des-extinción, el concepto de crear un animal similar a
una especie extinta a partir de la genética, no es unánime entre la comunidad
científica y algunos investigadores dudan seriamente de su viabilidad o se
preocupan por los riesgos de su aplicación.
Creada por el emprendedor Ben Lamm y el genetista George
Church, la compañía Colossal intentará insertar secuencias de ADN de mamuts
lanudos, obtenidas de restos conservados en suelo siberiano, en el genoma de
elefantes asiáticos, para crear una especie híbrida.
El ADN de elefantes asiáticos y mamuts lanudos es similar en
un 99.6%, asegura Colossal en su sitio web.
La creación de estos paquidermos híbridos y su posterior
reintroducción en la tundra debería permitir "restaurar ecosistemas
desaparecidos que podrían ayudar a frenar o incluso a revertir los efectos del
cambio climático", pronostica la empresa.
Los mamuts lanudos modificados genéticamente podrían, en
particular, "dar nueva vida a las praderas árticas", que según
Colossal capturan dióxido de carbono y eliminan el metano, dos gases de efecto
invernadero.
La empresa biotecnológica ha logrado recaudar 15 millones de
dólares en fondos privados para lograr este objetivo, recibido con escepticismo
por algunos expertos.
"Hay muchos problemas que van a surgir de este
proceso", anticipó la bióloga Beth Saphiro a The New York Times.
"Esto no es una des-extinción. Nunca más habrá mamuts
en la tierra. Si funciona, será un elefante quimérico, un organismo totalmente
nuevo, sintético y genéticamente modificado", advirtió en Twitter Tori
Herridge, bióloga y paleontóloga del Museo de Historia Natural de Londres.