Pocas horas después de que el gobierno talibán asegurara no
saber todavía si retomaría las ejecuciones, lapidaciones y amputaciones como
castigos que marcaron su anterior régimen, cuatro secuestradores fueron
colgados en distintos puntos de la ciudad de Herat este sábado (25.09.2021)
tras ser abatidos por las fuerzas de seguridad de la milicia islamista.
De acuerdo con los reportes, las cuatro personas colgadas
habían secuestrado a un cambista y a su hijo en la ciudad de Herat, lo que
activó un operativo de las fuerzas de seguridad. Tras dar con el paradero de
los plagiadores y sus víctimas en un puesto de control, se produjo un
enfrentamiento en el que los agentes abatieron a los secuestradores, sin que
entre las filas talibanas hubiera bajas, salvo un "muyahidín” que resultó
herido.
"Finalmente se desató un enfrentamiento entre las
fuerzas de seguridad y ellos. En el enfrentamiento, los cuatro secuestradores
fueron abatidos en el lugar en pocos minutos", dijo una fuente a la
agencia EFE. Las dos víctimas fueron rescatadas sin daños, agregó. Después de
esto, los cuerpos de los secuestradores fueron colgados en público, en lugares
donde miles de personas pudiera verlos.
El Emirato Islámico no tolera los secuestros
El vicegobernador de la provincia de Herat, Mawlawi Shir
Ahmad Muhajir, confirmó que los cadáveres de los hombres fueron exhibidos en
varias plazas públicas para dar una "lección" de que el secuestro no
será tolerado. Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban cuerpos
ensangrentados en la parte trasera de una camioneta mientras una grúa levantaba
a un hombre. Otro video mostraba a un hombre suspendido de una grúa en una
rotonda importante de Herat con un cartel en el pecho que decía: "Los
secuestradores serán castigados de esta manera".
Esta acción es el castigo público de mayor notoriedad desde
que los talibanes llegaron al poder el mes pasado y es una señal de que los
islamistas de la línea dura adoptarán medidas temibles en consonancia con su
anterior gobierno de 1996 a 2001. "Somos el Emirato Islámico. Nadie
debería dañar a nuestra nación. Nadie debería secuestrar", recalcó Mawlawi
Shir Ahmad Muhajir en una declaración.
Los secuestros de personas se han vuelto un problema en
distintas ciudades de Afganistán. En tanto, al menos un combatiente talibán
murió y otras siete personas resultaron heridas tras una nueva explosión en la
ciudad de Jalalabad, que ha sido escenario de varios ataques contra los
islamistas en las últimas semanas. El atentado tuvo lugar durante la mañana en
el centro de la ciudad, capital de la provincia oriental de Nangarhar, cuando
un artefacto explosivo detonó al paso de un vehículo de las fuerzas de
seguridad de los talibanes.