Pepe, un perro "terapeuta" chileno de largo
cabello rubio rojizo, y Chimú, su enérgica amiga de pelaje
blanco y negro, pasean por los pasillos de un hospital pediátrico en la
capital chilena, lamiendo manos y ofreciendo sus panzas para acariciar.
Ambos son parte de un equipo de canes que ayudan a aliviar
el estrés tanto del personal como de los pacientes en el hospital Exequiel
González de la comuna de San Miguel, una instalación de la capital que estuvo
por meses abrumada con casos de coronavirus y otras cirugías de emergencia.
Como uno entra con perros (al hospital), todos te saludan y
cambian al tiro (de inmediato) las caras", dijo Nicole Faust, entrenadora
de perros de la Fundación Tregua, una ONG que trabaja en terapia canina.
Chile se vio particularmente afectado al inicio de
la pandemia de coronavirus, ya que el pujante número de contagios saturó los
hospitales.
Pero una rápida campaña de vacunación ha ayudado a la caída
de casos en las últimas semanas, dando a los trabajadores de la salud en la
nación sudamericana un respiro muy necesario.
Teresa Nilo, una tecnóloga médica del centro que padeció
COVID, dijo que los perros ayudaron a cambiar su actitud.
Tener a los perritos al lado nos da como la tranquilidad
(...) como sentirse en un lugar más acogedor que saber que estás aquí en el
hospital entre cuatro paredes", relató.
La terapia asistida por animales puede reducir
significativamente el dolor, la ansiedad, la depresión y la fatiga en personas
con una variedad de problemas de salud, según la Clínica Mayo de Estados
Unidos.
Los perros son particularmente queridos por los
niños que ingresan al hospital, dijeron del personal y padres que los
acompañan.
Rodrigo Álvarez, un mecánico de automóviles cuyo hijo se
sometió recientemente a una cirugía ocular en el hospital, dijo que su hijo se
había beneficiado de la terapia.
Hay niños que están muy graves y esto los hace sacarse un
poquito (...) de lo que ellos están viviendo acá", dijo.