Diputados del Congreso de Sinaloa aprobaron de manera unánime prohibir las corridas de toros al se clasificadas como actos de crueldad animal. De esta manera se convierte en el quinto Estado del país en oponerse a dicha práctica.
Con 36 votos a favor, los legisladores ratificaron el dictamen presentado por el morenista Pedro Lobo, en conjunto con varias organizaciones civiles, donde se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Protección a los Animales, Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable y del Código Penal.
El dictamen justifica que la tauromaquía afecta los derechos de la sociedad en general, la cual está interesada en el cuidado y respeto a los animales, así como a un medio ambiente sano, reconocido en el artículo 4 constitucional.
“Celebramos que Sinaloa se ha convertido en el quinto estado en prohibir esta cruel tradición. Ahora vamos por la Ciudad de México, hasta lograrlo en todo el país”, comentó al respecto Antonio Franyuti, Director General de ANIMAL HEROES.
La iniciativa incluye también otros aspectos como la creación de Centros de Salud y Bienestar Animal, escuelas de adiestramiento, estancias y hospedaje para alojar temporal o permanentemente a los animales, con atención veterinaria.
En cuanto a las sanciones, se establecen castigos de seis meses a dos años de prisión y una sanción económica de cien a doscientas veces el equivalente diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) a quienes dolosamente cometan actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier animal doméstico o silvestre; es decir, hasta 19 mil 244 pesos.
Más de 68 mil personas firmaron en la página www.mexicosintauromaquia.org para presionar a los legisladores a aprobar el dictamen.
Cabe mencionar que a inicios de 2021 se había aprobado esta misma iniciativa; sin embargo, en abril de ese año fue vetada por el ex gobernador priista Quirino Ordaz, “por intereses personales que tiene sobre esa actividad”, según ANIMAL HEROES.
Y es que en sus observaciones, argumentó que el Congreso configuró dos regímenes jurídicos, ya que por un lado se prohíbe la tauromaquia, y por el otro, hay una permisión para los espectáculos de charrería y pelea de gallos.
Al respecto, las y los diputados señalaron que al intervenir apuestas durante su realización, la naturaleza de estos eventos queda a disposición de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, por lo que es la Secretaría de Gobernación (Segob) quien tiene la competencia de establecer una regulación y no el gobierno estatal.
Para que esta reforma sea un hecho solo falta que el gobernador Rubén Rocha Moya la publique en el Diario Oficial de Sinaloa.
Una encrucijada en la CDMX
Será en febrero cuando la Comisión de Bienestar Animal en el Congreso de la Ciudad de México definirá la suerte de la “fiesta brava” en la capital del país
El tema ha generado polémica y acaparad reflectores, pues sin duda la tauromaquia tiene arraigo y tradición. Expertos han expuesto que es un espectáculo (ritual) que no se anda con medias tintas: al que le gusta, le apasiona, y esa pasión es heredada generación a generación. Y al que no le gusta, la aborrece y la desprecia por su brutalidad y crueldad.
Incluso, la fiesta brava ha sido inspiración de las artes (pintura, música, literatura, danza, teatro) y genera empleos. Se habla de que existen alrededor de 300 ganaderías en el país y que solo el 8% de los toros de lidia que se crían son llevados a morir en las corridas.
No obstante, en lo estados de Sonora, Guerrero, Coahuila, Quintana Roo y ahora Sinaloa, ya las prohíben. Mientras que han sido declaradas bien cultural y material en Tlaxcala, Aguascalientes, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Michoacán y Guanajuato.