El conflicto armado entre Rusia y Ucrania, derivado de la invasión de las tropas rusas por orden del presidente Vladimir Putin, trajo consigo una serie de condenas y sanciones impuestas por la comunidad internacional, entre las que se encuentra la salida de McDonald’s del país.
El anuncio de la compañía sorprendió a los clientes de la cadena global de restaurantes, motivado por la presión internacional y el actuar de otras compañías del mercado ruso, en respuesta a la guerra orquestada por el ejército de Rusia en Ucrania.
“McDonald’s decidió cerrar temporalmente todos nuestros restaurantes en Rusia y pausar temporalmente todas las operaciones en el mercado”, comunicó la cadena, que suspendió la oferta de alimentos en las 850 sucursales distribuidas en el territorio ruso.
Así, el último día de operaciones del restaurante se caracterizó por largas filas de comensales, dispuestos a comer la típica hamburguesa de McDonald’s.
Aunque el acceso a algunas redes sociales como Twitter quedó restringido por la difusión de información acerca del conflicto armado en Ucrania, no tardaron en salir fotos y videos de cómo abarrotaron algunas sucursales, al igual que a su llegada en 1990.
En auto o a pie las aglomeraciones se asemejaron al 31 de enero de 1990, después de la “caída del socialismo” y posterior a la caída del Muro de Berlín, en 1989.
La interrupción de operaciones en el país significa un golpe para todos los trabajadores que se empleaban en McDonald’s, pues representa 62 mil personas que quedaron en la incertidumbre por la inminente pérdida de su trabajo.
Al igual que McDonald’s, otras empresas también decidieron salir del país como Starbucks, KFC y Pizza Hut, estas dos últimas de Yum! Brands.
