Una mujer que fue empleada doméstica de varios líderes regionales del extinto cártel de los Zetas fue condenada a 60 años de prisión. María del Rosario Álvarez Alfaro, alias la Roxana, se dedicaba a limpiar, cocinar y alimentar a los sicarios del cártel; así como a las víctimas de secuestro, además estaba entrenada para disparar armas, según lo informó la Fiscalía General de la República (FGR). Está mujer fue detenida en el año 2010 en el estado de Oaxaca, cuando tenía 21 años de edad, y apenas le dictaron sentencia.
La Roxana era parte importante de la estructura de una célula criminal de los Zetas que operaba al sur de México. En 2019 le dictaron una primera condena, pero un juez la revocó en enero de 2020, y ordenó la reposición del proceso. Dos años después por fin las autoridades mexicanas resolvieron que pasará 60 años en la cárcel. Actualmente se encuentra presa en un penal femenil del estado de Oaxaca, tras ser hallada culpable por los delitos de delincuencia organizada, secuestro, portación ilegal de arma de fuego.
Por cierto, hace 12 años cuando la Roxana fue detenida también cayeron tres de sus cómplices y se logró rescatar a una persona que mantenían secuestrada. Todos eran integrantes de un jefe regional de los Zetas, identificado como Genaro Vázquez López, alias el Chaparro.
El resto de los detenidos responden a los nombres de Edilberto Hernández López, apodado el Tío; así como Juan Carlos Gutiérrez Pérez, alias el Pantera, de 30 años, quien se encargaba de vigilar a las víctimas del sanguinario cártel de los Zetas, que posteriormente se convirtió en el Cártel del Noreste.