Si el índice nacional de precios al consumidor (INPC) de México aumenta al cabo de este año otros dos puntos porcentuales, la pobreza repuntaría en 2.3 puntos porcentuales para alcanzar al 37.2 por ciento de la población, el quinto porcentaje más alto entre América Latina y el Caribe, según estimados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“Si hay un incremento de dos por ciento como venía hasta marzo la inflación, estaríamos hablando de un incremento de 2.3 puntos porcentuales en términos de pobreza, lo cual nos llevaría a incrementos de un millón 600 mil personas a casi 2.5 millones en el escenario extremo”, dijo Rolando Ocampo, director de estadística del organismo.
Los niveles de pobreza de México previstos por el organismo en sus dos escenarios, el base y el extremo, mantienen a México en la quinta posición en el ranking regional de países con mayor pobreza total, superado por Honduras, Guatemala, Nicaragua y Colombia, en ambas situaciones.
Pobreza en América Latina
A nivel región, se estima que la pobreza y la pobreza extrema sumen a casi ocho millones más de personas a sus filas al aumentar el porcentaje a 33 por ciento en el escenario base y a 33.7 por ciento en el escenario extremo, comparados con el 32.1 por ciento del 20221.
“Los temas estructurales que preocupan a la Cepal es la alta informalidad que provoca baja productividad laboral y se debe a la falta de políticas públicas y hay que recordar que la inflación golpea más a los sectores más vulnerables”, señaló Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de la CEPAL.
CEPAL pide cambios estructurales
El crecimiento del PIB de México se estima en 1.7 por ciento en 2022, según la CEPAL, dejándola igual que sus previsiones de abril cuando las recortó desde 2.9 por ciento. También las proyecciones para América Latina se mantuvieron sin cambio, en 1.8 por ciento, con un impacto de la guerra en Ucrania y del aumento en los precios de las materias primas y energéticos diferente en cada país de la región, advirtió Mario Cimoli.
“La CEPAL siempre dijo que no se trata solo de crecer, se trata de crecer con un cambio en la estructura productiva, que dé empleo de mayor productividad, que permita aumentar la masa de trabajo, que permita tener sectores tecnológicamente eficientes”, y detalló que la recomendación es hacer esos cambios mediante políticas energéticas, políticas industriales y políticas macroeconómicas como las qie llevan a cabo Europa o Estados Unidos.
Así, el organismo advierte un retorno de América Latina a tasas de crecimiento marginales de 0.3 por ciento anual como se observaba entre 2014 y 2019.