Tras los hechos violentos registrados en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, y en Texcaltitlán, Estado de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó cambios en la estrategia de seguridad de su Gobierno.
“Tenemos que continuar con la misma estrategia porque no se puede enfrentar la violencia con la violencia”, dijo el mandatario, quien aceptó que su postura es “polémica”.
El presidente señaló que hechos ocurridos en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en donde este martes 14 de junio dos grupos armados tomaron el Mercado Norte, uno de los sitios más concurridos de la ciudad, fueron provocados por grupos de choque ligados al crimen organizado. Durante los hechos violentos, una persona perdió la vida, informó que el presidente.
“Es lamentable que existan estos grupos de choque muy cercanos a la delincuencia organizada y se va a seguir actuando aplicando la ley y que no haya impunidad”, dijo.
En el caso del Estado de México, el presidente detalló que fue un enfrentamiento entre integrantes del crimen organizado y agentes ministeriales mexiquenses, el cual se desató al ejecutar una orden de aprehensión.
De acuerdo con datos de la Fiscalía mexiquense, durante el enfrentamiento fallecieron 11 personas, todas presuntas integrantes del grupo delincuencial en cuestión, mientras que se registraron tres elementos de seguridad heridos, ninguno de gravedad.
Sin embargo, durante su informe sobre los hechos violentos, López Obrador indicó que las personas abatidas fueron tanto presuntos delincuentes como policías.
“Perdieron la vida tanto personas de este grupo de la delincuencia como policías”, indicó el mandatario.