Vecinos de la comunidad de Papatlazolco (Huauchinango, Puebla) lincharon y quemaron a un joven asesor político la noche del viernes. Se llamaba Daniel Picazo, tenía 31 años y era originario de la zona, a la que le gustaba volver de vez en cuando. La familia dice que debió perderse entre las comunidades de Huauchinango, donde fue interceptado por una turba de personas que acabó con su vida. Los vecinos, según reportan los medios locales, afirmaron que andaba merodeando con una furgoneta, acompañado de otra persona, y que pretendía llevarse a un menor, a quien zarandeó. Las autoridades no han dado por buena esta versión, que suele ser el motivo que arguyen los que linchan en numerosas ocasiones.
Algunos lugareños han señalado que en la comunidad se había extendido el rumor por mensajes de Whatsapp de que había personas con la intención de robar niños por la zona, por lo que instaban a proteger a sus familias. Se corrió la voz de que en la furgoneta de Picazo trataban de meter a un menor y todos se organizaron para detenerlos. La persona que viajaba con él pudo escapar. Al joven asesor de la diputada del Estado de México -no ha trascendido la identidad de ella ni el partido- lo golpearon y lo llevaron a las canchas deportivas donde lo ataron, lo rociaron con gasolina y lo quemaron, cuando aún tenía signos vitales, según la prensa local. Al sitio acudieron policías y personal sanitario, pero los habitantes del lugar les impidieron el paso y, cuando por fin tuvieron acceso, ya no se podía hacer nada por él. Se ha contado que participó una treintena de vecinos en la detención del joven y hasta 200 vieron lo que ocurría.
La hermana de la víctima ha dejado un tuit en las redes sociales: “Elegí mi foto favorita para despedirme de ti, enterarme de la forma en que te arrebataron la vida me provoca la mayor repulsión hacia la gente que injustamente lo hizo sin saber que eras un profesionista, amante de los viajes y de la vida, con un futuro brillante, vuela muy alto mi Dany, confío en que Dios hará justicia a toda esa gente que te cortó las alas… sólo por estar en el momento y lugar equivocados. Disfrutaste tu corta vida como mejor te gustaba, descansa en paz Daniel Picazo”.
Los linchamientos no son algo inusual en México, donde algunas comunidades se toman la justicia por su mano cuando son víctimas de algún delito o sospechan de ello. Son poblaciones por lo general aisladas donde la justicia tarda en llegar o no llega nunca y en algunos casos un suceso lamentable acaba teniendo consecuencias terribles debido a las turbas que se organizan para tomarse venganza. Se dan también secuestros de personas por las que piden rescate o simulaciones de ahorcamientos, por ejemplo.
En el caso de Huauchinango se desconoce si hay detenidos, la Fiscalía ya está sobre el asunto. En ocasiones, estas poblaciones están acostumbradas a impartir justicia siguiendo sus usos y costumbres con escaso o nulo ajuste al Estado de Derecho. Las manifestaciones más terribles de estas falsas tradiciones son los linchamientos.
El Ayuntamiento condenó lo sucedido y defendió los procedimiento legales para combatir los delitos: “Siempre vamos actuar conforme a la ley, ya que la justicia por propia mano, no es justicia, sino barbarie”, han dicho.
EL PAÍS