El padre Héctor Fernando Martínez, vicario de la diócesis tarahumara en Chihuahua reveló, en entrevista con Despierta, de N+, porqué mataron a los padres jesuitas y a un guía de turistas en la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique.
En entrevista con Danielle Dithurbide y Enrique Campos, el padre Héctor Fernando Martínez explicó que “El Chueco”, (presunto autor material de los asesinatos) tiene como seis años como jefe de plaza del lugar.
“Todos lo conocíamos, hacía retenes, pasábamos, nos dejaba pasar, nunca hubo un problema con él”, dijo.
“El asunto está en que ellos están cobrando cuota por todo, a este turista (que también fue asesinado) le querían pedir la cuota para seguirlo dejando trabajar, este guía de turistas, conocidísimo desde hace muchos años en la región, yo lo conocí en Creel, y entonces seguramente se negó a pagar, al menos es lo que creemos, es lo que nos han contado alguien de la familia y entonces intentan asesinarlo”, detalló.
Agregó que el guía de turistas corrió y fue ultimado afuera de la iglesia. Dijo que los asesinos introdujeron el cadáver al templo, entonces los padres salieron al oír los balazos y uno de ellos (el padre Joaquín) decide ponerle los santos óleos.
Sin embargo, poco después entró “El Chueco” y al ver al padre atendiendo a la persona le dispara también. Sale el padre Javier y también le dispara.
Explicó que un tercer sacerdote intentó calmar a “El Chueco” y después de un rato logra tranquilizarlo pero el delincuente decide llevarse los cuerpos.
“Ahorita es nuestra preocupación principal poder recuperar los cuerpos porque en todas ocasiones en las que ‘El Chueco’ ha realizado asesinatos los cuerpos han tardado incluso meses en ser encontrados”.
El padre Héctor Fernando Martínez dijo que los sacerdotes no tenían ninguna relación con los sicarios, ni siquiera de mediación con la gente, y tampoco se les ha querido reconocer un status de autoridad seccional, como si ellos fueran la ley.
Acotó que esta situación pudo haberse evitado pues los sacerdotes jesuitas tienen una agenda social que se ha presentado a las autoridades y no se les ha hecho caso.
Dijo que no están conformes con la respuesta de las autoridades ante el crimen, pues días antes hubo refriegas en la sierra y hay muchos desaparecidos en Creel.
Aseguró que los curas tienen suficientemente capacitadas y con autoridad moral para tener un diálogo con el gobierno.
El padre Héctor Fernando Martínez señaló que la Iglesia Católica tiene una importante presencia, no solamente de atención espiritual sino también de servicio social.
“Hoy nos toca compartir la debilidad de un pueblo muy resistente como es el pueblo rarámuri mestizo de la sierra”, dijo.
Expresó que la muerte de sus compañeros, Javier Campos Morales, de 78 años, y Joaquín César Mora Salazar, de 80, en la iglesia de Cerocahui, Chihuahua, no hace más que fortalecer su determinación de permanecer en el lugar y de honrarlos con su compromiso.
“Esta muerte es absurda, no había ningún móvil, simplemente fue por atender a esta persona, por el hecho de que ‘El Chueco’ se encontraba en un estado pues de alteración mental, entonces no hubo un móvil ni siquiera para atacar a los padres”, puntualizó.
Con información de N+