El estrecho margen de diálogo político entre Morena y la oposición se cerró en el Senado: los morenistas se negaron a elegir a un comisionado del INAI y con ello dejaron inoperante al pleno del órgano de transparencia por tiempo indefinido, y desde la Vieja Casona de Xicoténcatl, que se usó como sede alterna improvisada, durante la noche del viernes y la madrugada de este sábado aprobaron un paquete de reformas promovidas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ni el reclamo de la oposición, ni la manifestación de organizaciones civiles, ni la toma de la tribuna por más de 28 horas impidieron que los senadores morenistas cumplieran con la instrucción de López Obrador: obstruir la operación del organismo autónomo, que él considera una institución costosa e inútil contra la corrupción.
Después de eso, y sin la voz de las bancadas opositoras, Morena y sus aliados usaron su fuerza parlamentaria para aprobar en fast track la eliminación del Insabi, la reducción de la edad para ser electo como diputado o secretario de Estado —a 18 años y 25 años, respectivamente—, permitir que la Sedena opere una nueva aerolínea gubernamental, la iniciativa 3 de 3 contra agresores de mujeres y deudores de pensión alimenticia, así como la Ley Minera, la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, entre otras.
En tanto, senadores de oposición advirtieron que impugnarán dichos cambios legislativos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El INAI, relegado
Al retomar sus actividades por la mañana de este viernes, tras cinco días de recuperación por su tercer contagio por COVID-19, López Obrador llamó a los legisladores morenistas a “no titubear” y desaparecer al INAI, y planteó que sus funciones sean absorbidas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La orden rápidamente tuvo eco en el Senado. La bancada de Morena se negó a escuchar el planteamiento de las bancadas opositoras, que habían condicionado votar las reformas del presidente a que antes se eligiera a cuando menos un comisionado del INAI para que el pleno del instituto pueda sesionar.
Actualmente, esa instancia solo tiene cuatro integrantes, uno menos del mínimo que necesita para tener quorum y poder sesionar.
Pero por la tarde, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, calificó de “intransitable” dicha propuesta debido a que su partido no estaba dispuesto a negociar.
“Ya no tengo posibilidades, yo ya agoté las mías, ¿para qué mentirle? Intenté hacerlo, pero yo ya estoy agotado en ese sentido. Si el tema del INAI es intransitable, no hay forma de que yo pueda responder positivamente porque el grupo parlamentario ya decidió”, admitió.
Esta crisis legislativa, además, puso en entredicho la capacidad de interlocución de Monreal con sus compañeros y con la oposición.
“Siempre tenemos un final, todos. Yo le diría que nunca estoy anclado a los puestos, soy un hombre de convicciones, no de puestos, y si el final llega, pues llegará”, dijo.
La secretaria general de Morena y también senadora, Citlalli Hernández, subrayó que Morena no negociaría con la oposición porque el funcionamiento del INAI no es prioridad de su partido, como sí lo son las reformas promovidas por López Obrador.
“Creemos que el INAI tiene que modificarse y reestructurarse… El PAN busca, como antes, y la oposición en general, tener cuotas y cuates en los espacios llamados organismos autónomos… Ya pasó ese punto en el orden del día, hay otros puntos, me parece un infantilismo político del PAN que sigan obstinándose cuando ya fue algo votado. Y habrá que seguirse discutiendo el próximo periodo”, dijo.
Sin escuchar a opositores
Pasadas las 17:00 horas, como si se tratara de un desastre, las alertas lanzaron un estruendo en el pleno del Senado. Se escucharon fuertemente, una tras otra. La alarma máxima anunciaba la llegada del presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Armenta, quien intentaba iniciar la sesión que originalmente estaba citada a las 13:00 horas.
La panista Xóchitl Gálvez lo increpó con un altavoz, mientras sus compañeras mantenían ocupados los escaños de la Mesa Directiva.
Armenta no forcejeó. Se mantuvo de pie, inclinado sobre un asiento, y sonreía a las cámaras que lo seguían. Gálvez gritaba “¡Queremos transparencia!” y sonaba al mismo tiempo el altavoz, pero Armenta prefirió ponerse tapones en los oídos y no escuchar su demanda. Tampoco escuchó al resto de los legisladores exclamar “¡Queremos transparencia, queremos 3 de 3!”, mientras a su vez sonaban otros megáfonos.
Ante el bloqueo, molesto, Armenta usó otra estrategia: la senadora Verónica Camino le abrió el paso entre la multitud que le advertía que no había quorum y lo condujo hacia otro pasillo, donde desde otro escaño anunció que sí había quorum para iniciar la sesión. Inmediatamente después, instruyó un receso por tiempo indefinido.
Gálvez no desistió y siguió al morenista con la intención de impedir que se escuchara su voz, pero la morenista Marcela Mora cerró el paso y obligó a la panista a retroceder.
Así, Armenta finalmente pudo abrir la sesión para discutir las reformas presidenciales, aunque tuvo que informar que se sesionaría en una sede alterna por falta de condiciones para hacerlo en el pleno del recinto.
Visita a Palacio
Por la tarde-noche, los morenistas abandonaron el edificio del Senado en Paseo de la Reforma e Insurgentes y se trasladaron a la residencia oficial de López Obrador: Palacio Nacional. En esa reunión privada también estuvieron los presidenciables: la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el canciller, Marcelo Ebrard, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Aun cuando horas antes se había cuestionado el trabajo de coordinación de Monreal, López Obrador publicó una fotografía en la que este aparece sentado a su lado y ambos sonríen.
Y luego de ese encuentro, antes de que comenzara la sesión en la sede alterna, la Vieja Casona de Xicoténcatl, Monreal rechazó que el presidente les “diera línea” sobre el futuro del INAI, y aseguró que se abordaron “los asuntos del país”.
Impugnarán sesión
Mientras tanto, la tribuna del Senado permanecía ocupada por la oposición, que anunció que impugnará la sesión en la sede alterna.
Germán Martínez, de Grupo Plural, señaló que sesionar en otro sitio fuera del edificio del Senado contradice el reglamento, por lo que acudirían ante la SCJN.
“El presidente de la República ha dicho que no le tomen la llamada a los ministros y tampoco a la oposición en el Senado. Pero la oposición en el Senado sí le toma llamadas y sí le hace llamadas a los ministros (…) Tomaremos el teléfono a los ministros y nos vemos en la Suprema Corte de Justicia y en los tribunales de este país”, advirtió.
Desde esa misma tribuna, ya sin las mantas colgadas ni las cobijas y almohadas que acompañaron a los legisladores durante la noche previa —en la que mantuvieron tomado el espacio—, la priista Beatriz Paredes calificó a los morenistas de “súbditos”.
“Aquí estamos los legisladores, en la casa del Poder Legislativo. Defendemos nuestra casa, aquí estamos los legisladores, allá está el Poder Ejecutivo y sus súbditos”, señaló, y acusó que a Morena solo le interesa sacar la agenda presidencial a pesar de sus anomalías.
“Muchos legisladores de la colegisladora (la Cámara de Diputados) no compartían los textos de estas iniciativas, los debates fueron limitados, los procedimientos fueron desconocidos. Eso empezó a profundizar la preocupación que teníamos en el Senado, preocupación que venía campeando ante la cerrazón para encontrar cumplimiento al mandato de la Corte de subsanar la insuficiencia de los consejeros del INAI”, dijo.
Los morenistas sesionan solos
Después de tomarse la fotografía con López Obrador en las escalinatas de Palacio Nacional, los morenistas se trasladaron a su sede alterna para votar y aprobar las reformas lopezobradoristas.
Y desde ahí, sin los reclamos de los legisladores de oposición y sin la tribuna tomada, Morena usó su fuerza parlamentaria para atender las reformas enviadas por la Cámara de Diputados apenas unos días antes.
En fast track, de forma sistemática dispensaron la presentación de los dictámenes e hicieron pocos pronunciamientos. Así, aprobaron uno tras otro los asuntos, para concluir con sus pendientes antes del cierre de periodo ordinario de sesiones.
Al final, en total fue una veintena de temas avalados con los votos de Morena y sus aliados del PT, el PVEM y el PES, con lo que la agenda presidencial salió adelante, aunque encara la advertencia de ser impugnada ante la Suprema Corte, provocó tensiones entre partidos y en el camino dejó paralizado al pleno del INAI.