Una desagradable sorpresa se llevaron unos clientes de un famoso local en la ciudad de Pachuca, pues ordenaron unas alitas, pero casi se las daban con el pollo vivo, ya que acusaron que aún eran visibles restos de plumas, por lo que, además de tener asco, criticaron la calidad e higiene que hay.
Fue a través de la comunidad de Facebook Pachuca Denuncia que un internauta narró la terrible experiencia que tuvo al acudir a la sucursal de Wingstop en el parque Vértice, complejo localizado sobre el bulevar Nuevo Hidalgo, donde si bien hay otros negocios similares, decidieron optar por ese.
Pero ahora aseveraron que tendrán más cuidado al consumir de su menú, y llamaron a otras personas a hacer lo mismo, pues narraron que no fue una, sino 2 los desagrados que tuvieron, ya que el primero fue con una orden de boneless, de los que aseguraron la carne estaba muy dura y no podían comerla.
Pero no sabían que su sorpresa iba a ser mucho mayor con unas alitas bañadas en salsa, a las que le tomaron fotografías al notar la asquerosidad que habían recibido, de lo que, si bien tuvieron apoyo, otros internautas defendieron al local de Wingstop al decir que no eran plumas de pollo, sino un ingrediente o la propia carne.
Las imágenes de la orden de alitas de Wingstop Vértice en Pachuca rápidamente se hicieron virales por lo asqueroso que quedó demostrado se sirve y vende la comida, pues en una de las gráficas se aprecian filamentos que están bañados en la salsa roja, ello en una pieza; pero a medida que los clientes las voltearon descubrieron más.
Al menos en otras 2, siendo en esas más visibles y grandes, lo que hizo creer a las personas afectadas que efectivamente se trata de las plumas del pollo, pues dichos elementos están pegados a la carne en varias partes, lo que demuestra la poca higiene y control de calidad que se maneja en el establecimiento.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en caso de recibir un producto alimenticio de mala calidad se tiene derecho a pedir una compensación como que se reponga la orden o hasta una devolución del dinero y, en su caso, una bonificación no menor al 20 por ciento del precio pagado.
