En Estados Unidos, una mamá fue condenada a 9 años de prisión tras ser encontrada culpable de la muerte de su hija diabética. La investigación reveló que la mujer le daba regularmente refrescos azucarados a la niña.
Tamara Banks, una madre de 41 años residente en Ohio, Estados Unidos, fue sentenciada a prisión tras declararse culpable de la muerte de su hija de cuatro años, Karmity Hoeb.
La tragedia, ocurrida en 2022, se desencadenó cuando Karmity, quien padecía de una diabetes no diagnosticada, sufrió daño cerebral a causa de un manejo inadecuado de su condición.
Según la fiscalía, Tamara Banks habitualmente alimentaba a su hija con biberones que contenían fórmula materna mezclada con un refresco azucarado de color verde, lo que complicó la enfermedad de la niña y condujo a su muerte.
¿Cuál fue la causa de la muerte de la niña?
Karmity Hoeb falleció el 25 de enero de 2022 en el Hospital Infantil de Cincinnati debido a cetoacidosis diabética, una complicación grave de la diabetes que no había sido diagnosticada ni tratada adecuadamente.
Según informes de medios locales, la niña había mostrado signos de un grave problema de salud varios días antes de su muerte.
No obstante, su madre no llamó a servicios de emergencia hasta que la condición de Karmity se deterioró, manifestándose en un cambio de color en su piel a tonos azulados y en que dejó de respirar.
La fiscalía alega que Karmity sufrió abuso y una negligencia considerable en su cuidado, indicando además que le fue negada la atención médica y nutricional esencial.
Un detalle alarmante revelado durante el juicio fue el estado de la dentadura de la niña, completamente deteriorada, probablemente a consecuencia del alto consumo de azúcar en su dieta, que no solo afectó su salud dental, sino que también contribuyó a su muerte.
Tanto Tamara Banks como el padre de Karmity, Christopher Hoeb, de 53 años, enfrentaron acusaciones graves, incluidos cargos de asesinato, homicidio involuntario y poner en riesgo la vida de menores.
Ambos se declararon culpables de homicidio involuntario. A cambio, la fiscalía acordó retirar los demás cargos. Mientras que Banks ya fue sentenciada a 9 años de prisión, con la posibilidad de extenderse hasta los 13 años y medio dependiendo de su conducta en prisión, Hoeb espera su sentencia, programada para el 11 de junio.
“Es difícil ser un buen padre, pero esperas algo más incluso en los padres mediocres, todo mundo debería esperar más. No saber qué hacer ante circunstancias difíciles no es una excusa”, señaló el juez Victor Haddad al dar su veredicto.