En México, el tráfico ilegal de pericos y otras aves silvestres representa una grave amenaza para la biodiversidad del país. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, cada año mueren alrededor de 60 mil aves, principalmente debido a su captura y venta ilegal.
Esta práctica ilegal se ha convertido en una preocupación creciente, especialmente en regiones como Sinaloa, donde se reporta la venta abierta de pericos en cruceros y carreteras federales, sin temor a repercusiones legales.
Según la Oficina de las Naciones Unidas sobre las Drogas y el Crimen (UNODC), la venta de pericos en México se ve impulsada por factores culturales. En muchos hogares mexicanos, los loros y pericos son mascotas populares. Sin embargo, la mayoría de estas aves provienen del tráfico ilegal, lo que agrava el problema de conservación y bienestar animal.
Las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Sinaloa han señalado que la temporada de reproducción de pericos, loros y guacamayas, que va de marzo a junio, es el periodo en que se intensifica su captura y venta ilegal, tanto en mercados y calles como en redes sociales.
75 por ciento de las aves capturadas mueren sin encontrar dueño
Cada año, entre 65 mil y 78 mil 500 aves son capturadas en México con el objetivo de ser vendidas en el mercado negro. Desafortunadamente, el 75% de estas aves muere antes de encontrar un comprador, exacerbando aún más la pérdida de biodiversidad.
La organización defenders.org reporta que estas aves mueren al ser arrancadas de su hábitat natural, una realidad que subraya la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.
Las autoridades de Sinaloa hacen un llamado a la población para que se abstengan de comprar aves exóticas, recordando que esta práctica no solo es ilegal, sino que también constituye un delito contra la biodiversidad.
Las multas por la compra de estas aves pueden oscilar entre trescientas y tres mil Unidades de Medida y Actualización (UMAS).
Además de los pericos, México alberga 22 de las 259 especies de lotos existentes en el mundo, y anualmente mueren alrededor de 60 mil de estas plantas debido a su captura y venta ilegal. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de fortalecer las políticas de conservación y las medidas de vigilancia para proteger tanto a la fauna como a la flora silvestres del país.