Después de más de un siglo sin avistamientos científicos confirmados, el conejo de cola de algodón de Omiltemi (Sylvilagus insonus) ha sido redescubierto en los bosques de coníferas de la Sierra Madre del Sur, en México. Este hallazgo fue posible gracias a una expedición de cinco años liderada por el ecologista José Alberto Almazán-Catalán, que junto con su equipo, logró obtener pruebas de la presencia del mamífero a través de cámaras trampa.
Según Yahoo! News, este descubrimiento ha sido un motivo de celebración para la comunidad científica y los conservacionistas, pues el conejo de Omiltemi es ahora la decimotercera especie redescubierta como parte del programa global de Re:wild, que busca encontrar y proteger especies que no han sido vistas durante al menos una década.
"Me quedé completamente sorprendido y muy feliz de haber tenido la oportunidad de ver uno", declaró Almazán-Catalán, que reconoció que las expectativas eran inciertas al inicio de la búsqueda.
Un conejo “perdido” que los locales siempre aseguraron ver
Pese a que los científicos no lograban encontrar evidencia de la existencia de este animal desde 1904, los habitantes de la región de Chilpancingo, Guerrero, afirmaban que seguían cazándolo con regularidad. De acuerdo con Earth Touch News, esta discrepancia entre los registros científicos y el conocimiento local llevó al equipo de investigación a considerar las declaraciones de los pobladores y reorientar su búsqueda.
Inicialmente, el equipo rastreó las áreas boscosas donde el naturalista Edward William Nelson documentó por primera vez a la especie hace más de un siglo, pero sin éxito. Sin embargo, tras entrevistar a los locales y recibir muestras de conejos cazados en la zona, Almazán-Catalán y su equipo realizaron comparaciones anatómicas con especímenes históricos conservados en museos. Al notar coincidencias en el color del pelaje, las dimensiones corporales y las características craneales, decidieron instalar cámaras trampa en los sitios donde se le ha visto, lo que finalmente permitió capturar imágenes de los conejos en siete de las diez áreas exploradas.
Más allá del impacto que tiene su redescubrimiento en la ciencia, el conejo de Omiltemi juega un papel importante en la biodiversidad de su hábitat. Esta especie contribuye a la fertilización del suelo con sus excrementos, ayuda en la dispersión de semillas y forma parte esencial de la cadena alimenticia, ya que sirve de presa para depredadores como serpientes, búhos, tigrillos, ocelotes, pumas y coyotes.
Un nuevo reto: conservar la especie y entender mejor su biología
A pesar del éxito del proyecto, la tarea de los investigadores está lejos de terminar. Según Earth Touch News, aún hay muchas dudas sobre el comportamiento, la ecología y el tamaño real de la población del conejo de Omiltemi. El equipo de Almazán-Catalán identificó que la especie es más visible entre enero y junio, su temporada reproductiva, pero aún falta recopilar información sobre su ciclo de vida y amenazas potenciales. Christina Biggs, oficial de especies perdidas de Re:wild , elogió el trabajo de los investigadores:
"Alberto y su equipo están ayudando a llenar un enorme vacío de conocimiento para asegurarse de que el conejo de cola de algodón de Omiltemi nunca vuelva a perderse para la ciencia"
Para garantizar su preservación, los científicos trabajan ahora en colaboración con la comunidad local, las autoridades municipales y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Uno de los principales desafíos será determinar si la caza y la pérdida de hábitat som un riesgo grande o menor para la supervivencia de la especie.