Los dos regidores realizaron este día un recorrido por el lugar y descubrieron que de 78 locales solo funcionan cinco o seis, por lo que consideraron urgente detener el gasto que el Ayuntamiento realiza para mantener el fallido mercado.
Carrillo Pérez señaló que “en varios ocasiones he propuesto que se cierre este lugar, ya que el dinero que se está gastando se puede usar en otras cosas para beneficio de la ciudadanía”.
Agregó que “ahora que estuvimos allá comprobamos que ese mercado no está siendo ocupado por los vendedores, pues de 78 locales menos de 10 se emplean”.
Explicó que fue un error de la administración pasada hacer los locales muy pequeños (de 1.50 m2) “los hubieran hecho un poco más grandes para que la gente puede expender más productos”.
Recordó que para remozar el local en el cual se encuentra el Centro Comercial Popular el anterior alcalde (Renán Barrera Concha) invirtió cinco millones de pesos, “pensaban que iba a ser provechoso para los locatarios, pero fue todo lo contrario”.
Expuso que entre el gasto en renta, electricidad y otros servicios la Comuna invierte alrededor de $200 mil al mes, lo que representa al año 2 millones 400 mil pesos.
Por su parte, el concejal Tonatiuh Villanueva manifestó que es muy oneroso para el municipio el mantenimiento de este mercado, ya que la Comuna tiene otras necesidades.
“Yo creo que fue una ocurrencia de la administración pasada, pues este centro acabó siendo bodegas de los ambulantes”.
“Ya estamos a la mitad de esta administración y no funciona, hay que tomar decisiones, estoy de acuerdo con que ese centro se cierre pues se ha perdido mucho dinero, no podemos seguir permitiendo que esos recursos se vayan a la basura”.
Sin embargo, el edil perredista dijo que se debe apoyar a los pocos locatarios que sí acuden a vender a este lugar, con un crédito del programa Micromer y garantizándoles un espacio en otro sitio.
“Lo que sí es importante resaltar es que los meridanos no tienen porque pagar las bodegas de los ambulantes”, puntualizó.