MÉXICO.— La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó ayer el asesinato del fotógrafo Rubén Espinosa e instó a las autoridades a esclarecer el crimen y deslindar responsabilidades para que no quede en la impunidad.
La muerte de Espinosa, de 31 años, con un tiro de gracia en la cabeza fue el desenlace de una serie de agresiones que sufrió en Veracruz, estado en el que trabajaba desde hacía ocho años y que dejó en junio tras denunciar amenazas y hostigamiento.
Espinosa, de 31 años, trabajaba para AVC noticias de Veracruz y era corresponsal de la revista Proceso y de la agencia Cuartoscuro.
El cadáver del fotoperiodista, que presentaba huellas de tortura, fue hallado el pasado viernes en un apartamento de la Colonia Narvarte en Ciudad de México, junto al de cuatro mujeres, varias de ellas identificadas como activistas sociales.
“Condenamos el asesinato de Espinosa. Es un grave signo de la descomposición y violencia que afecta a México y a los periodistas en particular”, dijo Gustavo Mohme, presidente de la SIP.
Mohme agregó que resulta lamentable que el periodista fuera asesinado precisamente en la ciudad de México, en donde buscó refugio para resguardar su seguridad.
Espinosa residió hasta junio pasado en Veracruz y trabajó siete años en Xalapa.
Se mudó a Ciudad de México por razones de seguridad, “tras ser agredido e intimidado en distintas ocasiones. Desde 2012 venía denunciando amenazas contra su vida relacionadas a su actividad periodística” , destacó la SIP, con sede en Miami.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, criticó el desempeño endeble e ineficiente del mecanismo en México para proteger a periodistas y defensores de los derechos humanos.
Periodistas, organizaciones de derechos humanos y activistas sociales realizaron el domingo una manifestación en la capital mexicana exigiendo que las investigaciones oficiales tomen en cuenta como móvil del asesinato la labor periodística y las amenazas recibidas por Espinosa, quien solía cubrir las protestas sociales, entre estas las que exigían el esclarecimiento de los asesinatos de periodistas.
En los que va de año han sido asesinados en México, además de Espinosa, los periodistas Filadelfo Sánchez Sarmiento, de Oaxaca, y Armando Saldaña Morales y Moisés Sánchez Cerezo, ambos de Veracruz.
Critican discurso
Dos directores de los medios para los que trabajaba Espinosa, exigieron a la Procuraduría del Distrito Federal que investigue las amenazas que el fotógrafo había expresado.
Rafael Rodríguez Castañeda, director de Proceso, expresó su preocupación ante la “distorsión” que pueda ocurrir en el caso, luego de que el procurador del Distrito Federal, Rodolfo Ríos dijo que tenía información de familiares de que el fotógrafo vino a la capital para buscar empleo.
“Me llama la atención la afirmación del procurador de que (Espinosa) vino aquí en busca de oportunidades de trabajo. Apenas anoche yo hablaba con una hermana de él que radica en México y por supuesto que no ratifica lo que dice el procurador que dicen los familiares”, dijo Rodríguez Castañea ayer, en entrevista con Radio Fórmula, quién aseguró la estancia del fotógrafo en la capital era por seguridad.
El fotoperiodista “acudía a la ciudad de México como un refugio porque se sentía francamente amenazado, perseguido, por personas desconocidas”, sostuvo el director de Proceso.
Rodríguez Castañeda también aseguró que al menos tres testimonios —de la hermana de Espinosa, del corresponsal de Proceso en Xalapa, y del subdirector de información de la revista— coinciden en que el fotógrafo se sentía en riesgo.
Pedro Valtierra, director de la agencia Cuartoscuro en la que colaboró Espinosa, exigió que haya una investigación seria y responsable” y al igual que Rodríguez Castañeda, subrayó que este caso tiene varios antecedentes de intimidación.
“Que se atiendan las líneas de investigación que tienen que ver con las amenazas que había estado recibiendo Rubén desde hace varios meses”, dijo Valtierra en una entrevista aparte con Radio Fórmula.
“Nos contó detalles del hostigamiento del que había sido objeto desde ya tiempo. Incluso me enteré de boca de amigos de él que en el Distrito Federal había sido perseguido”, relató el director de Cuartoscuro.
Sujetos desconocidos para Espinosa lo abordaron en la calle en una ocasión y le preguntaron “que si era el fotógrafo que venía huyendo de Veracruz”, según la información con la que cuenta Valtierra, lo que para él era un signo de la intimidación que padecía el fotógrafo en la capital.
Rafael Rodríguez Castañeda, director de Proceso, también criticó las palabras que dijo el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a periodistas durante una reunión en la que insinuó vínculos de periodistas con el crimen organizado.
“Si algo les pasa a ustedes, al que crucifican es a mí. Pórtense bien, todos sabemos quiénes andan en malos pasos (…) Todos sabemos quiénes tienen vínculos y quiénes están metidos con el hampa”, expresó Rodríguez Castañeda, citando al mandatario estatal.
En un vídeo, que circula en YouTube se puede escuchar las palabras completas que el gobernador de Veracruz dijo a los periodistas en una reunión con ellos a principios de junio, según miembros de medios de comunicación de ese estado.
“Pórtense bien, vamos a sacudir el árbol, y se van a caer muchas manzanas podridas”, lanzó el gobernador.