A nivel nacional Migración es blanco de un purga después que se hizo pública la denuncia de un grupo de centroamericanos contra agentes migratorios, quienes presuntamente entregaron a los inmigrantes a secuestradores en Tamaulipas.
Benito Rosel Isaac, delegado de Migración en Yucatán, afirma que hasta el momento no hay cambios en las oficinas locales, donde laboran 90 personas entre personal administrativo, operativo y de apoyo.
La delegación del INM es más que nada una oficina de regulación, control y verificación. En otros estados operan como oficinas de flujo por el elevado número de extranjeros que pasan por su jurisdicción, como sería la estación de Tapachula.
En Yucatán se hace más que nada un trabajo de oficina, de trato con la gente, lo que no quiere decir que no haya flujo de personas.
El sitio donde permanecen los indocumentados detenidos tiene capacidad para 30 personas. Por lo general se quedan 15 días hasta que se define su situación.
Los extranjeros asegurados cuentan con atención médica, reciben visitas de personal de Derechos Humanos, pueden hacer llamadas telefónicas a sus consulados, tienen agua fría y caliente, cama y colchones, aire acondicionado y les dan desayuno, comida y cena.
Los problemas de seguridad no son ajenos, ya que hace unos años se escaparon dos cubanos, uno de los cuales fue detenido de nuevo.
En relación con los trámites para naturalizarse mexicanos, los que más lo tramitan en Mérida, después de cinco años de residencias, son los cubanos, norteamericanos y franceses.
El delegado aclara que personal de Migración no ha pedido dinero a cambio de regularizar a una familia beliceña, como se publicó en abril de este año. Los beliceños fueron atendidos y regularizados y se les exentó de todo pago de derechos por razones humanitarias.
Son los polleros de Oxkutzcab responsables del traslado de cientos de personas oriundas de este municipio a Estados Unidos en busca del sueño americano.
Ignacio Cauich Villareal, (a) Nacho Villareal; Diego Canul Canul (a) El Chivo; Luis Campos Couoh, los hermanos Lodi y Jesús Góngora Góngora, Maximiliano Chi y Carlos Viramonte.
Durante tres décadas se encargaron de llevar a yucatecos a Estados Unidos, aunque también había centroamericanos que llegaban a Oxkutzcab en su búsqueda.
La mayoría de los traficantes locales de personas ya se retiraron. Ahora se dedican a la agricultura o son dueños de placas de taxis, restaurantes o comercios.
Gracias a la fama que adquirieron aún llegan esporádicamente a esta ciudad grupos de cuatro o cinco centroamericanos para contactarlos. La mayoría se hospeda en hoteles que no llevan registros de sus huéspedes y son canalizados con algunos contactos que se encuentran en Chiapas y Tabasco.
Prácticamente desde 2005 se retiraron los antiguos polleros, quienes cobraban $30,000 por cruzar a Estados Unidos a los braceros. De Oxkutzcab eran llevados al aeropuerto de Mérida, donde abordaban el avión a la ciudad de México y posteriormente seguían hasta Tijuana y luego cruzaban a Estados Unidos gracias a sus contactos en la frontera norte.
Más seguridad
Muchos de ellos dejaron la actividad por el incremento de la seguridad en la frontera con Estados Unidos y la reducción de la demanda de sus servicios.
Su "época de esplendor" fue en la década de los 90, cuando miles de oxkutzcabenses y personas de la región se fueron de manera ilegal al vecino país.
Los polleros de esta ciudad juntaban grupos de 15 a 20 personas, que permanecían en casas de seguridad antes de partir rumbo a Estados Unidos.
Se calcula que unos 11,000 oxkutzcabenses se encuentran trabajando en esa nación.
Ex polleros consultados consideran que a pesar de las dificultades y la seguridad aún se puede cruzar la frontera como antaño. Aseguran que nunca faltan los agentes estadounidenses que se dejan sobornar para permitir el paso.
Calculan que de 10 personas que intentan cruzar ilegalmente la frontera uno o dos lo logran luego de dos o hasta tres intentos.
Uno de los nuevos polleros que se dedica a la actividad en Oxkutzcab desde hace dos años es considerado un "novato". No se encarga del cruce a Estados Unidos sino únicamente del traslado a la frontera.
También hay versiones de que una comerciante de la colonia Juan José Pacho recientemente se empezó a dedicar al tráfico de personas.
De acuerdo con una investigación del Indemaya y la Universidad Tecnológica Metropolitana, los emigrantes yucatecos de un grupo de municipios investigados que gastan para cruzar la frontera entre un peso y hasta $10,000 son el 0.66%; los que gastan entre $10,001 y $20,000 son el 68.58%; los que gastan entre $ 20,001 y $30,000 son el 16.25%; los que gastan entre $30,001 y $40,000 son el 7.83% y los que gastan más de $40,000 son el 5.58% del total.
Estudios
En cuanto a escolaridad, tres municipios reportan emigrantes sin ningún grado de estudios: Cenotillo con 2.6%, Oxkutzcab con 3.6% y Peto con 1.5%.
Los promedios de los braceros de los municipios investigados son, con primaria 69.5%, con secundaria 20.5%, con bachillerato 6.15%, con carrera técnica 2.25% y únicamente el municipio de Progreso reportó 1.9% de emigrantes con estudios de licenciatura.
El documento cuenta con información acerca del emigrante y su situación legal en el vecino país del norte y el tiempo para establecerse ya estando en el otro lado:
Sin papeles
El 87.41% de los emigrantes yucatecos no cuenta con documentos para una estancia legal en la Unión Americana y el 12.58% sí cuenta con papeles.
En cuanto al tiempo que tardan en encontrar trabajo ya estando en los Estados Unidos, el 14.33% lo consigue en un mes o menos; el 63.66% entre uno y cuatro, el 13.33% lo consigue entre cinco y nueve, el 5.25 % entre los 10 y 15 meses, y el 0.66% no encuentra trabajo y retorna.
La principal actividad a la que se dedican los emigrantes yucatecos es el área de servicio en restaurantes y hoteles, seguido de actividades agropecuarias, de la construcción y de la industria manufacturera, entre otras.
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