Como se recordará, dicha Cámara fue colocada hasta 2012 en el edificio que debía albergarla, pero que por razones inexplicables –o al menos que no ha explicado el secretario de Salud del estado, Eduardo Mendoza Mézquita- no ha sido terminado, por lo que nunca pudo utilizarse ya que para su funcionamiento se requería una instalación de agua, energía eléctrica, aire acondicionado. Es decir, Yucatán ha tenido una cámara hiperbárica por nueve años pero nunca la ha utilizado para beneficio de la población del estado, la que podría haberse beneficiado en su salud, máxime teniendo en cuenta que ocupamos el primer lugar en muertos por descompresión y el último en atención médica a los pacientes.
El gobierno que encabeza Rolando Zapata Bello demandó a la constructora del edificio, pero a pesar de haber ganado el pleito legal, la construcción nunca se terminó de manera que pudiera funcionar la cámara hiperbárica.
De hecho, la construcción del edificio e instalación de la cámara era el compromiso 96 de los llamados 227 del gobernador, presumidos en el Observatorio de Compromisos publicado
en el sitio web del Observatorio. Significativamente, el número 96 no existe; la lista pasa directamente del 95 al 99, de los 227 compromisos del Ejecutivo yucateco con el pueblo de Yucatán.
De tal manera parece que el gobierno yucateco quiere donar la cámara hiperbárica a la Marina –la que se la llevaría a Veracruz, como comentaron a La Jornada Maya los técnicos que hacían la evaluación- para deshacerse de ella y salir del incumplimiento.
El 29 de diciembre de 2014, Mendoza Mezquita admitió que la secretaría a su cargo aún no contaba con los recursos para concluir la unidad de choque y trauma donde debía instalarse también la cámara hiperbárica, e ignoraba si el gobierno federal destinaría recursos para concretarla en 2015. Estamos en 2017 y ahora sabemos que el gobierno de Rolando Zapata Bello planea deshacerse del costoso y tan necesario equipo.
En el O´Horán existe una cámara hiperbárica unipersonal que es totalmente insuficiente para las necesidades de la población yucateca. De hecho, en la que se llevaría la Marina se puede tratar no sólo a los numerosos buzos descompresionados durante la captura de pepino de mar, sino que se logra reducir amputaciones, cirugías, mortalidad de diabéticos con úlceras y la estancia hospitalaria. El tratamiento con cámara hiperbárica reduce los costos de atención médica a nivel mundial, señalan expertos en la materia consultados por este periódico.
De hecho, se decía que la cámara sería la más grande de Latinoamérica y que con ella se podrían tratar en un año a 19 mil 200 pacientes, con un total de 211 mil 200 tratamientos, con casi el mismo costo operativo que la cámara hiperbárica actual.
Cabe recordar que en 2009 la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco anunció que “con una inversión superior a los 11 millones de pesos, Yucatán pondrá en breve en funcionamiento una cámara hiperbárica para atender a 20 pacientes al mismo tiempo, la quinta de su tipo en el continente americano”.
Ortega Pacheco afirmó “que con este equipo se podrá mejorar de manera sustantiva la salud de pacientes con problemas circulatorios, diabéticos, artríticos o personas con problemas vinculados a infartos cerebrales”.
La misma ex gobernadora agradeció al grupo financiero Banorte la donación de 11 millones de pesos para la adquisición de este equipo, que dijo se instalaría en el Hospital O´Horán y que sería “básicamente para la atención de población abierta”.
La hoy precandidata a la Presidencia de la República expuso “que la demanda diaria de este tipo de servicios es de 120 pacientes, pero en la actualidad sólo cuentan con tres pequeñas cámaras donde se atiende a este número pero al mes, por lo que la demanda diaria estará cubierta en breve”.
Pero como vemos, el gobierno de Rolando Zapata Bello ha dejado abandonada la cámara hiperbárica e inclusive pretende que se la lleven a otro estado de la República.
Fuente: La Jornada Maya