El conocido chef y crítico gastronómico estadounidense Anthony Bourdain se suicidó el 8 de junio en Francia, informó la cadena de televisión CNN, en la que tenía un programa con el que acercaba a los espectadores a las cocinas de todas partes del mundo.
"Con gran tristeza podemos confirmar la muerte de nuestro amigo y colega Anthony Bourdain", dijo la mencionada cadena en un comunicado.
Bourdain, de 61 años, se ahorcó en la habitación del hotel en la que se encontraba en Francia, donde trabajaba para un próximo programa. Su cuerpo fue hallado por el chef francés Eric Ripert.
A propósito de este dramático caso, a continuación detallaremos las causas y síntomas del suicidio, así como algunas recomendaciones para prevenirlo.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o más de los siguientes factores:
Trastorno bipolar
Trastorno límite de la personalidad
Depresión
Consumo de alcohol o drogas
Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Esquizofrenia
Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a nivel financiero o en las relaciones interpersonales
Síntomas
Según la Clínica Mayo de Estados Unidos, los siguientes son algunos signos y síntomas de pensamientos suicidas:
Hablar acerca del suicidio; por ejemplo, hacer afirmaciones como "voy a matarme", "quisiera estar muerto" o "desearía no haber nacido".
Obtener los medios para atentar contra tu propia vida, como comprar un arma o almacenar píldoras.
Retraimiento de la vida social y deseo de estar solo.
Tener cambios de humor, como pasar de estar eufórico un día a estar profundamente desalentado al día siguiente.
Preocuparse por la muerte, por el hecho de morir o por la violencia.
Sentir desesperanza o impotencia ante una situación.
Aumentar el consumo de alcohol o de drogas.
Sufrir cambios en la rutina normal, por ejemplo, cambios en la alimentación y en los horarios de sueño.
Hacer cosas riesgosas o autodestructivas, como consumir drogas o conducir con imprudencia.
Regalar las pertenencias o dejar en orden los asuntos materiales cuando no existen motivos lógicos para hacerlo.
Despedirse de las personas como si la despedida fuera definitiva.
Desarrollar cambios de personalidad o estar sumamente ansioso o agitado, en particular al experimentar algunos de los signos de advertencia antes indicados.
La Clínica Mayo aclara que los signos de advertencia no siempre son evidentes y pueden variar de una persona a otra. Algunas personas dejan en claro sus intenciones, en tanto que otras conservan en secreto sus pensamientos y sentimientos suicidas.
Factores de riesgo
Si bien los hombres son más propensos que las mujeres a morir por suicidio, las mujeres son dos veces más propensas a intentar suicidarse. En ese sentido, la mencionada clínica advierte que puede existir riesgo de suicidio en los siguientes casos:
Si te sientes desesperanzado, desvalorizado, agitado, aislado socialmente o solo.
Si experimentas sucesos de vida estresantes, como la muerte de un ser querido, el servicio militar, una ruptura sentimental, o problemas legales o financieros.
Si tienes un problema de abuso de sustancias; el abuso de drogas o de alcohol pueden agravar los pensamientos suicidas y hacerte sentir lo suficientemente temerario o impulsivo para ejecutarlos.
Si tienes pensamientos suicidas y acceso a armas de fuego en tu hogar.
Si tienes un trastorno psiquiátrico preexistente, como depresión profunda, trastorno de estrés postraumático o trastorno bipolar.
Si tienes antecedentes familiares de trastornos mentales, de abuso de sustancias, de suicidio o de violencia, como maltrato físico o abuso sexual.
Si sufres una enfermedad que pueda provocar depresión y pensamientos suicidas, como enfermedades crónicas, dolores crónicos o enfermedades terminales.
Si eres lesbiana, gay, bisexual o transgénero y tu familia no te brinda apoyo o tu entorno es hostil.
Si has intentado suicidarte en el pasado.
Prevención
Sobre este punto, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y la Clínica Mayo subrayan las siguientes recomendaciones:
(Si eres la persona afectada)
Busca el tratamiento que necesites. Si no tratas la causa de fondo, es posible que los pensamientos suicidas regresen. El tratamiento adecuado hará que te sientas mejor y ayudará a mantenerte a salvo.
Crea una red de apoyo. Hablar de los sentimientos suicidas puede ser difícil, y es posible que tus amigos y familiares no comprendan completamente por qué te sientes de ese modo. Sin embargo, sentirte conectado y contenido puede ayudar a reducir el riesgo de suicidio.
Recuerda que los sentimientos suicidas son temporales. Si te sientes desesperanzado o sientes que seguir viviendo no vale la pena, recuerda que el tratamiento puede ayudarte a recuperar la perspectiva y a mejorar tu vida. Tómalo con calma y no actúes impulsivamente.
(En casas con niños o adolescentes)
Almacena todos los medicamentos recetados en una parte alta y bajo llave.
NO guardes alcohol en la casa o mantenlo bajo llave.
NO guardes armas de fuego en la casa. Si las tiene, guárdalas bajo llave y coloca las balas en un lugar separado.
(En casas con adultos mayores)
Investiga a profundidad los sentimientos de desesperanza, de ser una carga y de no pertenecer.
Muchas personas que tratan de suicidarse hablan del tema antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente hablar con alguien a quien le importe y que no haga juicios es suficiente para reducir el riesgo de suicidio.
Sin embargo, si tienes pensamientos suicidas o conoces a alguien que crees que puede intentar suicidarse, nunca trates de manejar el problema por tu cuenta. BUSCA AYUDA DE INMEDIATO.