Noticias de Yucatán.
VALLADOLID.- La sociedad vallisoletana está herida. Vilipendiada, minimizada, arrinconada. Los golpes han sido frecuentes, constantes, crecientes y fatales.
Robos a casas habitación con la petición de la corporación policíaca a no denunciar en la Fiscalía, ni darlos a conocer en los medios, ya sea impresos o digitales, para no “asustar” a la comunidad, pues “son hechos aislados”, según argumenta la parte policíaca oficial.
Un director de policía “sobrado” con una autoestima muy alta, nada de humildad, nada de interlocución con los grupos sociales –Canaco-Coparmex-clubes de servicio-escuelas e instituciones, etc.-, que llegó de Oxkutzcab, tras acallar a pandilleros llegados de la Unión Americana, “frenados de sopetón a rajatabla”, según su propia versión.
Y el recuento –variado- es creciente y frecuente con novedades cada día:
-Un chamaco venido de la “universidad” de la cárcel pública de Cancún, con un problema fuerte de adicciones asoló por varios días la ciudad y se atrevió a robar en la misma parroquia de San Servacio, entró a negocios por la puerta principal sin medir consecuencias, ingresó a céntricos predios cerca de Soriana, y hasta después que delinquió cinco veces, y por la férrea defensa de trabajadores nocturnos de una panadería –tras herir de muerte a uno de ellos-, fue detenido con tantos errores cometidos.
-Frecuentes robos a casa-habitación con ladrones que nos tienen tomado la medida a las autoridades policíacas y a los ciudadanos. Planean, nos vigilan, se organizan, involucran menores, quitan protectores, roban, venden descaradamente en el mercado negro o “empeñan legalmente” el producto de sus robos día con día, hecho tras hecho.
Tras los robos, el desánimo entre los afectados. Un cuerpo policíaco que conoce a todos los ladrones –en la dirección hay un expediente de todos ellos-, y –si de milagro cae alguno de ellos gracias a los afectados o sus vecinos, o cuando de plano no hay detenido-, “las investigaciones se activarán” y recibe el caso una Fiscalía “dormida”, “atolondrada” en el sueño de la sumisión, simulación o complicidad con los ladrones. Y finalmente, nada de nada. No hay pasión por el trabajo, por la investigación, por esclarecer el hecho. Sólo en Mérida TOODOOOO se resuelve, en el interior del Estado, NADAAAAA!!.
-Casos ya frecuentes de mujeres acosadas o agredidas sexualmente, como el de anteayer de joven estudiante de la academia de Belleza Diady, que tuvo que recorrer, ya de noche, un tramo con terrenos baldíos, lóbregos, oscuros, como “boca del lobo”, lo que aprovechó -esperando a su víctima- un embozado con el rostro cubierto que tuvo todo el tiempo del mundo para realizar su fechoría. ¿Y la caseta cercana? Vacía como siempre. Lo que ayer se criticaba acremente, hoy es su modelo a seguir.
En ese tramo, rumbo a Popolá, ya son frecuentes los avisos de que maleantes asaltan a diestra y siniestra a humildes campesinos, albañiles, pobladores o deportistas que usan ese rumbo como vía de comunicación o para practicar deporte, sin ninguna intervención o investigación policíaca.
-¿Qué decir de los frecuentes y violentos asaltos tomados como “travesuras juveniles” por parte de grupos de briagos en la Fernando Novelo?, ¿O, en San Juan, vándalos que a bordo de motocicletas arrebatan bolsos de damas? ¿O en el entorno de la feria los frecuentes asaltos para seguir la parranda?.,
-Y como colofón, los homicidios frecuentes perpetrados en dos vías: La primera: como el del carnicero Luis Mena, el Profr. Angel Kú y Gaudencio González, bajo el mismo patrón: la saña, el alcohol de por medio, el robo, y jóvenes –muy chamacos-, involucrados en el tema y el exceso de confianza de los asesinados. Muy poco se da a conocer de los avances en las investigaciones “que porque el nuevo modelo de sistema penal no permite dar a conocer la conclusión del caso”.
Y en la segunda vía, en el ambiente de la prostitución que fluye ampliamente en Valladolid se han fraguado asesinatos de personas de Valladolid o del rumbo: la información que fluye por dinero recibido, o por “amistad” con las féminas que filtran a sus parientes, amigos o grupos delincuenciales hacen que se concreten planes para asaltar ú obtener dinero fácil, muchas veces con funestas consecuencias. Como el caso de conocido ganadero que-hace unos años- tras recibir una mutualista fue a un bar y lo comentó para ser asaltado y ultimado por la noche en su propio domicilio y el conocido caso de un ex presidente municipal de Chikindzonot, que tras citarse con una de esas mujeres fue abordado y ultimado por los asaltantes amigos de la fémina que luego lo tiraron a un cenote, después de tres días de desaparición. Según se sabe, los presuntos responsables ya están libres “por faltas de elementos”.
¿Qué piensa y que hace nuestra comunidad vallisoletana?. ¿Nos quedaremos mirando impasiblemente que las drogas sigan fluyendo en Valladolid como uno de los motivos que mueven y envalentonan a los delincuentes locales y los que arriban a esta ciudad?.
Identidad, hace falta más identidad con Valladolid, la Sultana del Oriente, La Gran Zaci-Hual a muchos de nuestros representantes en regidurías, puestos de servicio, direcciones. Que sientan suyos los problemas, que organicen reuniones, debates, coloquios, juntas, exhortaciones masivas, etc.
Porque eso sí, también son jóvenes vallisoletanos o de la región los que bajo los influjos de drogas o alcohol han cometido graves delitos como robos, asaltos, homicidios y agresiones.
¿Habrá que convocar a una alerta de género?, porque los de la comunidad gay de esta región no estarán tranquilos con este serie de frecuentes homicidios. ¿Alerta de género por la violencia y agresiones sexuales contra las mujeres locales?, porque el embozado lo planeó, no vaya a ser que sea un violador serial al que se le hace fácil cumplir sus más bajos instintos por la baja vigilancia o prevención.
Necesitamos que la autoridad en turno y la Policía Municipal se reúna con los grupos ciudadanos, clubes, organizaciones, grupos de policía vecinal, estudiantes, asociaciones en general para CONVOCARLOS a una GRAN CRUZADA por la defensa de Valladolid y las y los vallisoletanos. No podemos permanecer impávidos, esperando que las próximas víctimas seamos nosotros o uno de nuestros amigos y familiares.
TODOS SOMOS LA SOLUCION, no corresponde sólo a una de las partes. Con unidad, lluvia de ideas y alianzas los problemas serán más fácil de enfrentar. Omitir a alguien sería un error, no incluirse sería otro muy grave. Manos a la Obra.- Editorial de El Oriente.