- El único poder que vale es el poder ciudadano, subraya Angélica Araujo
- Al rendir protesta, la alcaldesa habla de romper inercias
Al rendir protesta anoche, en sesión solemne del Cabildo frente al Palacio Municipal, la alcaldesa Angélica Araujo Lara ofreció un gobierno basado en diez mandatos y dijo que no la mareará el poder, “porque el único poder que vale es el poder ciudadano”.
La arquitecta Araujo, ocupante número 32 de la alcaldía meridana en la época moderna, detalló los diez pilares en que se sustentará su gestión: honestidad, cercanía con la gente, responsabilidad y sensibilidad social, profesionalismo, austeridad, eficacia, diálogo y firmeza, seguridad pública y justicia, humildad y liderazgo.
También dijo que no hay tiempo qué perder, pues apenas tiene 26 meses —tiempo que durará su mandato municipal— para romper “inercias de más de 20 años” A la ceremonia asistieron los depositarios de los tres poderes del Estado: Ivonne Ortega Pacheco, del Ejecutivo; Mauricio Sahuí Rivero, del Legislativo, y Ángel Prieto Méndez, del Judicial.
No estuvo el alcalde saliente, César Bojórquez Zapata, quien dijo que no lo invitaron.
Por la mañana, Angélica Araujo participó en dos actos públicos con la gobernadora.
Un gobierno con vocación de servicio.
Un gobierno entregado en cuerpo y alma a esta capital.
Un gobierno cuya única prioridad sea el bienestar de la gente.
Eso es lo que hoy comienza.
Comienza, porque así lo decidió y así lo ordenó la ciudadanía.
Comienza porque los meridanos decidieron que ya era tiempo de que Mérida se transformara y despertara.
Y por esa razón, para honrar ese mandato, valor, determinación, innovación y profesionalismo, serán las marcas de mi trabajo como Alcaldesa.
Haré la política que la gente quiere, una política de trabajo, de propuesta y de actitud positiva.
Sabré sumar, sabré escuchar y sabré coordinarme con quienes quieren a este municipio y con quienes aman a este Estado.
Unidad y suma de esfuerzos, es lo que nuestra capital necesita y eso es lo que yo le voy a aportar.
Y créanme que estoy muy consciente, que sé muy bien, que tengo apenas 26 meses para romper inercias de más de 20 años.
Y por eso, NO hay tiempo que perder.
Así, déjenme definir, en diez puntos, la actitud y la forma de gobierno con la que pondremos a Mérida al día.
Déjenme definir en diez mandatos y pilares, el modo con el que habremos de detonar la fuerza creativa y productora de nuestra gente.
La fuerza con la que vamos a empezar a transformar a este municipio, en la nueva metrópoli del Sureste.
En esos diez mandatos, lo primero habrá de ser la honestidad.
Porque donde no hay honestidad, las leyes NO se respetan, los programas NO se aplican como debieran y el orden NO puede imponerse.
Un gobierno honesto, es la garantía de que las buenas decisiones, los buenos planes y el mandato de la gente, SÍ se van a respetar.
Un gobierno honesto, será el pilar de un municipio mejor. Eso se los juro a los ciudadanos.
Y a la honestidad, sumaremos la cercanía con la gente.
Porque si la base de las instituciones públicas de México es el municipio… lo que hace fuerte al municipio es su capacidad para reflejar y seguir los mandatos de los ciudadanos.
Haré mío el ideal democrático de un gobierno que surgió del pueblo y se debe al pueblo.
Y por eso, al pilar de la cercanía con la gente, habré de sumar una profunda responsabilidad y sensibilidad social.
Porque de nada sirve que nuestro municipio progrese, que nuestro municipio genere riqueza, que nuestro municipio genere oportunidades, si el sueño NO es compartido y para todos.
Soy mujer que ha luchado por abrirse camino en la vida.
Soy mujer que ha luchado por todo y ahora es mi meta que todos puedan, aquí en Mérida, esforzarse y conquistar sus más sentidos anhelos.
Hacer eso realidad, será edificar una capital con justicia y con futuro para todos.
Y nuestra responsabilidad y sensibilidad social habrá de ser respaldada por el mandato del profesionalismo.
La ciudadanía tendrá un gobierno a la altura de los retos de este municipio.
Un gobierno a la altura de Mérida y a la altura de sus anhelos de modernidad y competitividad en el siglo XXI.
Soy profesionista, soy empresaria y he sido funcionaria pública; créanme que soy organizada y sé organizar.
Ésa es la principal garantía que ofrezco para encabezar un gobierno que SÍ funcione como debe funcionar.
Y un gobierno profesional sólo podrá ser un gobierno ejemplar, si asume la promesa de la austeridad.
Los recursos de este gobierno se invertirán donde más sirvan a la gente y NUNCA donde sirvan a privilegios o burocracias.
Y por eso, a la austeridad se habrá de añadir la promesa de la eficacia.
Ésta deberá de ser una administración de resultados, desde el primero hasta el último día.
Porque la ciudadanía quiere que el cambio en Mérida se vea, se note y se sienta.
Y el cambio sólo será posible, si trabajamos en equipo.
En ningún momento de mi gobierno, Mérida se aislará o dará la espalda al Estado o a su región metropolitana.
Que en Mérida viva el 42 por ciento de los yucatecos, que en Mérida se concentre la mayoría de nuestra economía, NO es un privilegio del cual abusar.
Por el contrario, ésa es una responsabilidad ante la cual debemos responder.
A los meridanos y a su Ayuntamiento, les corresponde ser punto de encuentro, ser punto de suma de esfuerzos y demostrar que NO sólo amamos a esta ciudad… Sino que también amamos y apostamos por la grandeza de este Estado.
Como política, con mi experiencia como Diputada, como gestora ciudadana, como militante de un partido de propuesta, de experiencia y de trabajo…
Yo sé muy bien que Mérida NO necesita conflictos burocráticos o administrativos con municipios hermanos o con otros órdenes de gobierno.
Mérida sabrá sumar y aportar y NUNCA más restar o dividir.
Y para que Mérida evite conflictos estériles en su sociedad e instituciones, seguiré el mandato del diálogo, de la búsqueda de consensos y también de la firmeza.
Y hablando de firmeza, este gobierno, y lo digo sin empachos, seguirá el ejemplo de Ivonne Ortega en materia de seguridad y paz pública.
El ejemplo de firmeza y decisión que nos ha hecho el estado más seguro del país.
Porque la seguridad, hoy más que nunca, hace la diferencia en la calidad de vida y en las oportunidades y desarrollo de cualquier municipio.
Esto, como ya lo demostró la primera mandataria del Estado, es innegociable.
La seguridad pública y la justicia, serán la base de una comunidad que SÍ funcione y que tenga un tejido social que preserve los valores y la cultura cívica.
Y en ese ánimo de preservar el tejido social y la armonía comunitaria, el noveno punto de nuestro decálogo, será la humildad.
Saber corregir bien y rápido, porque NO tenemos tiempo que perder.
NO nos marearemos en el poder, porque el único poder que vale, es el poder ciudadano.
Y porque nuestra meta será servir, sabremos servir con un nuevo liderazgo.
Liderazgo para estar adelante de los problemas y los retos que enfrenta este municipio.
Porque Mérida NO puede, por un solo minuto más, tener un gobierno que sólo esté inmerso en trámites y procedimientos, y NO esté en la vanguardia de la transformación y la decisión.
Un gobierno con liderazgo para un municipio que quiere despertar, ésa es mi promesa.
Ésas son las diez definiciones y las diez cualidades del gobierno que hoy inicia.
Ahí están, sin cortapisas, para que la ciudadanía tenga certeza, para que la ciudadanía nos pueda llamar a cuentas… y para que cada meridano sepa que tenemos muy clara nuestra misión.
Nuestra misión es transformar a Mérida.
Transformar a Mérida sobre la base de la economía y la seguridad pública, con los soportes de infraestructura urbana y de vialidad.
Transformar a Mérida con los complementos de servicios municipales de calidad.
Transformar a Mérida con los factores de identidad y solidaridad social que dan la cultura, el deporte y el combate a la pobreza.
Transformar a Mérida con el respeto al medio ambiente y con una visión de desarrollo metropolitano.
Ésa es nuestra misión.
La de ustedes, la mía, la de todos.
Ésa es la misión que tenemos que cumplir, para que este triunfo y para que este gobierno municipal, de verdad sean históricos.
Y a todos los ciudadanos que me apoyaron, a todos los que creyeron en esta propuesta…
A los jóvenes, a los estudiantes, a los hombres y a las mujeres de experiencia…
A las familias humildes que creyeron en mí y en mis compañeros regidores…
A los adultos mayores, a las personas con alguna discapacidad…
A los empresarios que se la quieren jugar con Mérida, a los comerciantes, a los intelectuales, a los artistas, a los liderazgos sociales… a todos…
A quienes han estado conmigo en los momentos decisivos…
A mi familia, a mis hijas…
A todos los que quieren a Mérida…
A todos y TODAS las que pueden ayudar a Mérida…
A todos ustedes, sería muy fácil decirles simplemente gracias.
Pero darles las gracias por haberme, por habernos, permitido llegar hasta aquí, NO es, ni será suficiente.
Los planes, los proyectos y las esperanzas que tenemos juntos, son enormes y son muy concretas.
Y por eso, dar las gracias NO basta.
A ustedes, les entrego mi promesa y mi juramento de que sabré cumplir y sabré estar a la altura.
Sabremos estar a la altura, materializando la confianza y las acciones en las que todos ustedes creyeron.
Rescataremos nuestro Centro Histórico.
Resolveremos el problema de la pobreza alimentaria.
Tendremos una nueva ingeniería vial. Sabremos sumarnos a una política de transporte de calidad.
Integraremos a las comisarías a la dinámica desarrollo del municipio.
Impulsaremos la creación de miles de empleos.
Mejoraremos la vivienda de las familias.
Reordenaremos nuestros mercados y modernizaremos nuestra Central de Abasto y nuestro Rastro.
Tendremos sistemas eficientes y al alcance de todos, de recolección de basura y de servicios municipales.
Tendremos, en pocas palabras, un Ayuntamiento que salga a resolver los problemas.
Un Ayuntamiento de resultados.
Mérida tendrá servidores públicos cercanos y comprometidos, regidores de actitud positiva y una Alcaldesa decidida a gobernar.
Ésa será mi mejor manera de darles las gracias.
Ésa será la mejor manera de demostrar que nuestro amor por Mérida es real.
Porque a partir de este momento, a partir de este primero de julio…
Decir “Te Quiero” y decir “Trabajar”, serán sinónimos de la nueva Mérida que hoy empezamos a refundar.
Mérida cómo te quiero, Mérida por ti nunca voy a dejar de trabajar.