(1)En días recientes han proliferado en la red social Twitter cuentas creadas por usuarios anónimos que atacan a publicaciones de Grupo Megamedia y a críticos del gobierno de Ivonne Ortega Pacheco.
Entre estas se encuentra @DiarioYucMiente, en cuya descripción apunta lo siguiente: "Nos encargamos de desmentir las noticias del Diario de Yucatán y publicar e informar de las noticias reales que afectan al país y a la sociedad".
Esta cuenta sigue a 379 usuarios y le siguen 20 personas, entre ellas @alfconejo -vinculado a la asesora Gabriela López Gómez y a su despacho Local Consultores-. Reportes de otros usuarios aseguraban que el diputado priista Mauricio Sahuí -@mauriciosahui- y la presidenta estatal de su partido, Alaine López -@AlaineLopez-, eran seguidores de esa cuenta. Ayer, no aparecían en la lista.
Contenido similar
El contenido de esta cuenta, con menos de medio centenar de "twits" o escritos de hasta 140 caracteres, es muy similar al de la página en Facebook "Yo no le creo nada al Diario de Yucatán", creada igual en el anonimato después de la crisis gubernamental derivada de la rechifla a la gobernadora, hace ya un año.
En el mismo tenor de la campaña de volanteo en que se elogia al gobierno estatal y se critica al federal, también denunciada en las redes sociales vía @tunkulpolítico, @DiarioYucMiente escribe opiniones negativas al aumento al precio de la gasolina y a la lucha contra los carteles del narcotráfico.
Otra cuenta similar es @DiariodeYucapam, que se presenta como "el mejor medio de comunicación de la Península de Yucatán. Yucatán para los yucatecos, afuera los fuereños". Sigue a 255 y le siguen 132.
También, en otro ejemplo de esta batalla virtual, "twiteros" críticos a la administración estatal han señalado la aparición de cuentas -con pocos o sin ningún seguidores- que responden agresivamente, incluso amenazante a sus señalamientos. No son los aguerridos, radicales usuarios de esta red vinculados con el PRI, que usualmente atacan a opositores y elogian a los gobernantes, sino cuentas creadas ad hoc.
La otra cara
El gobierno estatal y sus funcionarios también han sido objetos de ataques, bromas y descalificaciones en la red social. Además de los usuarios identificados que critican las acciones de gobierno, se han creado también cuentas anónimas -y apócrifas- para tal fin.
Después de la crítica entrevista en radio de Joaquín López Dóriga a la gobernadora, una cuenta en Twitter, -@lvonneOP, con "L" en lugar de "I", tipográficamente irreconocible-, publicó: "Listo... ya resolví lo de López Dóriga.. no hay nada que un buen rolex no solucione" (sic). También, en Facebook hay cuentas que suplantan la identidad de funcionarios. Por ejemplo, el usuario anónimo de una cuenta apócrifa del diputado Sahuí ha escrito en la página Opinión Megamedia -en la que se publican editoriales y blogs- piropos e insinuaciones sexuales a periodistas.
La cuenta en Twitter de la jefa del Ejecutivo no está "autentificada", herramienta con la cual personalidades pueden evitar la creación de otras cuentas que suplanten su personalidad.
Políticos y artistas a los que sigue la propia gobernadora realizaron los trámites de certificación, y lucen un sello especial, proporcionado por la red social.
Este mecanismo lo comenzó a utilizar Twitter "para evitar la confusión de identidad". En su página, esta red explica que inició un proceso de verificación de cuentas de personas o instituciones que, por lo general, sufren de suplantación de identidad.
A la falta de certificación de funcionarios se une el silencio legal que hay en el rubro.
Ninguna ley prohíbe a un usuario hacerse pasar por otro. Esta ausencia de legislación ya afectó al legislador antes mencionado. En la primera semana de este mes, el senador Federico Döring informó que en el próximo periodo ordinario de sesiones impulsará la aprobación de la iniciativa que impone de uno a cinco años de prisión a quien cometa suplantación de identidad en internet.
El legislador panista, en una entrevista con un periódico capitalino, puso como ejemplo a California, Estados Unidos, donde la ley castiga "a los internautas bromistas", que cometan suplantación de identidad con multas de hasta mil dólares y un año de prisión.
