Noticias de Yucatán
(centro histórico, obra innecesaria, despilfarro)
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Una espectacular estructura de andamios cubrió ayer el Centro Cultural Olimpo para los trabajos de pintura del edificio que forma parte de la recuperación de la imagen urbana del Centro Histórico de Mérida.
El Olimpo y el Palacio Municipal serán los dos primeros edificios de la Plaza Grande que recibirán pintura nueva del color que autorizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El Olimpo será de color gris perla (carta de identificación Pantone 760) y el Palacio Municipal del color rojo costamar (Pantone 701).
La instalación de los andamios acortó un carril de circulación de la calle 60 y atrajo las miradas de los peatones por la escalada aérea y maniobras de los obreros vestidos de uniforme rojo de la SOP, quienesdesde distintos puntos rasparon la pintura actual.
Otra sorpresa en los trabajos de restauración del parque principal de la Plaza Grande es que el cuadrante amaneció sin las toneladas de escombros de cementos que generaron las maquinarias pesadas durante el levantamiento del piso de los andadores y el redondel del astabandera.
Los obreros informaron que el trabajo intenso de limpieza lo realizaron de las 22 horas a las 3 de la madrugada. A esa hora llegaron los volquetes y sacaron los escombros y los trasladaron a diferentes sitios donde los vecinos pidieron material para rellenar lugares bajos. Parte de los trozos de cemento sirvieron para rellenar un terreno en la colonia Roma que servirá para las clases de catecismo, otro terreno en la capilla de San Antonio Xluch y en una escuela secundaria de Juan Pablo II.
Durante el día los obreros de las empresas Aprosur y Global Prestige Entrepreneur Gruoup (GPE), ganadoras de la licitación de los trabajos de la Plaza Grande, retiraron los postes de las luminarias tipo colonial que quedaron, la herrería faltante y excavaron las zanjas para la instalación eléctrica subterránea para la iluminación arquitectónica que embellecerá el parque emblemático de la capital yucateca.
La Plaza Grande, cuya periferia está cerrada con triplay, también recibió volquetes de material de construcción para la nivelación de los andadores, pasillos y círculo del astabandera que por el paso del tiempo presentan hundimientos en algunos tramos.
La preparación de la superficie es para facilitar el vertido de cemento preparado que llegará en los camiones conocidos como "ollas".
El cierre del parque principal del zócalo meridano modificó la vida de las palomas y los kaues que tienen como hábitat los árboles frondosos y solían recibir alimentos de la gente y beber agua de las tomas de riego. Ayer las palomas buscaron refugio en las cornisas del Ateneo Peninsular, la Iglesia Catedral y la Casa del Alguacil y aterrizaron en grupo cuando les tiraron migajas de pan en el atrio de la Catedral, que es su nueva zona de juego y contacto.
"Los kaues dejaron de venir por el ruido de las maquinarias y los trabajos nocturnos", señaló un obrero entrevistado. "Seguro buscaron otros árboles para vivir mientras concluyen los trabajos o se acostumbran al ajetreo".
Otros que también modificaron su rutina son los representantes de los conjuntos musicales, de toreros, cantineros, charangueros, pintores y cómicos que tenían sus sectores definidos en la Plaza Grande. Se quedaron en los alrededores y ahora usan los arriates del sur para sus actividades laborales.
"Lo que extrañamos es la herrería del jardín porque nos sentábamos en los tubos", comentó Reyes Herrera Quiñones (a) Pilón, representante del conjunto Los Méndez.
También extrañan las tomas de energía eléctrica que les servía para recargar sus teléfonos celulares.
El secretario de Obras Públicas del Estado, Francisco Torres Rivas dijo que desde hace medio siglo el parque principal no tenía una reconstrucción total.
La SOP informó que el INAH autorizó un catálogo de colores. El Ateneo será de color piñón (P-752), la Casa de Montejo color naranja cantera (P-705) y Palacio de Gobierno verde agave (P-717).
Andamios, tablados, maquinaria a todo lo que da y kaues sin hogar es el panorama que presenta la Plaza Principal a raíz de lostrabajos de remozamiento que el Ayuntamiento emprendió desde el domingo pasado y se prolongarán cuando menos un mes.
Decenas de obreros laboran en varios frentes y hay una actividad pocas veces vista en el centro. La última vez que se vio tal actividad fue cuando se cambiaron las viejas calles de asfalto por el concreto estampado durante laadministración municipal del panista Xavier Abreu Sierra.
En estos trabajos llaman la atención El Olimpo y el Palacio Municipal, cuyas fechadas han sido cubiertas por enormes andamios, de piso a techo, a fin de pintarlos, según colores que autorizó el Instituto Nacional de Antropología e Historia: gris perla y rojo costamar.
(centro histórico, obra innecesaria, despilfarro)
Las aves de la Plaza Grande huyen de la zona
Publicada: 25 noviembre 2011
Publicada: 25 noviembre 2011
(5)El Olimpo será de color gris perla (carta de identificación Pantone 760) y el Palacio Municipal del color rojo costamar (Pantone 701).
Los obreros informaron que el trabajo intenso de limpieza lo realizaron de las 22 horas a las 3 de la madrugada. A esa hora llegaron los volquetes y sacaron los escombros y los trasladaron a diferentes sitios donde los vecinos pidieron material para rellenar lugares bajos. Parte de los trozos de cemento sirvieron para rellenar un terreno en la colonia Roma que servirá para las clases de catecismo, otro terreno en la capilla de San Antonio Xluch y en una escuela secundaria de Juan Pablo II.
Durante el día los obreros de las empresas Aprosur y Global Prestige Entrepreneur Gruoup (GPE), ganadoras de la licitación de los trabajos de la Plaza Grande, retiraron los postes de las luminarias tipo colonial que quedaron, la herrería faltante y excavaron las zanjas para la instalación eléctrica subterránea para la iluminación arquitectónica que embellecerá el parque emblemático de la capital yucateca.
La Plaza Grande, cuya periferia está cerrada con triplay, también recibió volquetes de material de construcción para la nivelación de los andadores, pasillos y círculo del astabandera que por el paso del tiempo presentan hundimientos en algunos tramos.
La preparación de la superficie es para facilitar el vertido de cemento preparado que llegará en los camiones conocidos como "ollas".
El cierre del parque principal del zócalo meridano modificó la vida de las palomas y los kaues que tienen como hábitat los árboles frondosos y solían recibir alimentos de la gente y beber agua de las tomas de riego. Ayer las palomas buscaron refugio en las cornisas del Ateneo Peninsular, la Iglesia Catedral y la Casa del Alguacil y aterrizaron en grupo cuando les tiraron migajas de pan en el atrio de la Catedral, que es su nueva zona de juego y contacto.
"Los kaues dejaron de venir por el ruido de las maquinarias y los trabajos nocturnos", señaló un obrero entrevistado. "Seguro buscaron otros árboles para vivir mientras concluyen los trabajos o se acostumbran al ajetreo".
Otros que también modificaron su rutina son los representantes de los conjuntos musicales, de toreros, cantineros, charangueros, pintores y cómicos que tenían sus sectores definidos en la Plaza Grande. Se quedaron en los alrededores y ahora usan los arriates del sur para sus actividades laborales.
"Lo que extrañamos es la herrería del jardín porque nos sentábamos en los tubos", comentó Reyes Herrera Quiñones (a) Pilón, representante del conjunto Los Méndez.
También extrañan las tomas de energía eléctrica que les servía para recargar sus teléfonos celulares.
El secretario de Obras Públicas del Estado, Francisco Torres Rivas dijo que desde hace medio siglo el parque principal no tenía una reconstrucción total.
La SOP informó que el INAH autorizó un catálogo de colores. El Ateneo será de color piñón (P-752), la Casa de Montejo color naranja cantera (P-705) y Palacio de Gobierno verde agave (P-717).
Una plaza sitiada
Publicada: 25 noviembre 2011
Publicada: 25 noviembre 2011
Los kaues y palomas que se colocaban en los árboles de la Plaza Grande, alejados por el ruido de la maquinaria que funciona en el lugar, ahora tienen un refugio en las cornisas del Ateneo Peninsular, la Iglesia Catedral y la Casa del Alguacil (1)
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