Estallido en "La Nao de China", "como terremoto

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Detrás del restaurante La Nao de China está el predio que habita la señora María Manzur Abdala, de 96 años de edad, la cual fue rescatada por una vecina suya minutos después de la explosión.

La nonageneria es tía de Teresita Borge Manzur, conocida empresaria del ramo turístico, quien vive a unas cuadras de ahí, en la colonia Buenavista.
El salvamento lo realizó la señora Nuja Amar Shabshab de Andrés, quien vive casi frente a la casa de la señora Manzur y quien a la hora del estallido atendía a unos invitados en su casa.

—La explosión cimbró toda mi casa —expresó Nuja Amar—. Una de mis invitadas creyó que un accidente produjo el ruido y dijo: “¡Ya te chocaron el carro!”, el cual estacioné en la calle.

—Pues creo que el auto lo aventaron al techo, le contesté. Sólo así se explicaría que la casa vibrara. Salimos a la calle y vimos a vecinos a las puertas de sus casas, los cables de electricidad chisporroteaban, se cortó el servicio de electricidad en la zona y del restaurante salían fuego y humo.

—Entonces decidí ir en ayuda de doña María, a la cual considero tía mía. La entrada de su casa está sobre la 24, junto al restaurante, y por tanto no podíamos ingresar por ahí ni sacar a la tía en esa arteria. Lo hicimos en un acceso que da a la calle 29, estacioné ahí mi carro, la subí y me la llevé a la casa, después la conduje hasta la vivienda de Teresita Borge.

Milagrosamente el predio de la nonagenaria sólo tuvo daños menores: algunos cristales rotos.
A su vez, Teresita Borge manifestó que ella escuchó la explosión y su vivienda también se sacudió.

—¿Será esto un terremoto? —se preguntó, pues una sensación similar sintió en sismos en Acapulco y el Distrito Federal, cuando ella se hallaba en esos lugares.

—La explosión fue tremenda, inicialmente pensé que se había caído el techo de mi caso o que hubo un accidente en la calle —expresó la empresaria.

Heidi Dzul Canto, empleada de la cafetería The Italian Cofee, dijo que la onda expansiva resultó extraña.

Al parecer, rebotó en la fachada de Gran Chapur, ingreso al café por la terraza, rompió dos vidrios de esta, entró al recinto y empujó hacia afuera dos ventanas de vidrio.

—Junto a esas ventanas estaba la encargada de turno, Cinthya Solís, quien tiene cuatro meses de embarazo. También estaba aquí Dely Vázquez, otra empleada embarazada. Yo estaba en la cocina cuando ocurrió la explosión, salí y vi a Cinthya en el piso, con una crisis nerviosa. La retiramos de ahí, la sentamos y tratamos de calmarla.
Al momento del estruendo sólo había seis clientes en el café, tres hombres y tres mujeres. Parte de ellos estaban en una mesa cerca de los cristales que se rompieron, y todos salieron asustados al oír la detonación.

En la calle 22 hay un edificio de tres apartamentos. Uno de ellos es ocupado por una joven estudiante venezolana que en estos días recibe la visita de sus padres. Estos oyeron dos explosiones, pero sólo la madre de la joven caminó hasta la avenida para ver qué ocurría.

Lo mismo dijo un vecino de la calle 29, el cual vio las llamas que siguieron al estallido. “El fuego se parecía a la flama gigante de un encendedor”, expresó. Ese testigo también comentó que el predio donde funciona el restaurante es rentado, su propietario es una mujer.

A su vez, Enrique Medina Peniche dijo que desde la seis de la tarde se sentía un fuerte olor proveniente del sumidero del restaurante. Ese problema era común, considera que esa fosa estaba saturada pues fue construida para una vivienda, no para la cantidad de desechos que genera un restaurante.
Marisol Reyes González, también vecina del rumbo, confirmó que era frecuente el mal olor proveniente del restaurante.

Se oyó a varias cuadras

Noche de temor y confusión en la zona del desastre

La explosión en el restaurante La Nao de China se oyó y sintió a varias cuadras de distancia y causó confusión y temor entre los vecinos del rumbo, parte de los cuales salieron en ropa de dormir para ver lo que ocurría.

Según testimonios recabados en la zona del desastre, parte de los habitantes de la colonia México cuyas viviendas están próximas al restaurante se arremolinaron en una esquina para ver el fuego que salía del edificio siniestrado. Otros corrían de un lado a otro gritando para que se llamara a los bomberos y a la policía, y se preguntaban si había muertos o heridos.

La calle 24 de esa colonia, donde está una sección del restaurante, se llenó de fragmentos de cristales y escombros. En el aire volaban pequeñas piezas de materiales encendidos junto con chispas y ceniza, y los cables del tendido eléctrico chisporroteaban.

La confusión en la zona aumentó cuando vehículos policíacos, bomberos, agentes de la Fiscalía, personal de Protección Civil, la Policía de Mérida y agentes de la SSP cerraron calles y las ocuparon, impidiendo el paso. Una vecina dijo que parte de la gente arremolinada ahí eran jóvenes de un bar cercano que salieron del lugar al escuchar la detonación y fueron a ver qué sucedía.

Los fragmentos de la explosión también cubrieron el camellón y parte de la avenida que separa a ese restaurante de Gran Chapur, el cual tuvo daños. La fuerza expansiva rompió un cristal redondo de la fachada de esa tienda y desajustó las puertas del acceso principal.

En la mueblería Nasstrom, ubicada a una cuadra de ahí, también se rompieron dos paños de cristal. La alarma no se activó y las computadoras, muebles, cuadros, almohadas, adornos y otras cosas quedaron expuestas al robo.

En la calle 22, a más de una cuadra de la explosión, se rompió un cristal del Centro Odontológico Durán Simón.

La farmacia Value, ubicada junto a la Nao de China, también tuvo daños en los cristal de una puerta y de un gran ventanal. Ahí se activó la alarma y acudieron empleos que pasaron la noche en el sitio para evitar robos.

Parte de los vecinos no durmieron porque policías les dijeron que probablemente tendrían que desalojar sus casas, pero también influyó en ello la falta de electricidad que los dejó sin luz y sin clima artificial.

Hasta ayer al mediodía los vecinos del rumbo seguían llamando a la CFE para preguntar por la reanudación del servicio.