“Se supone que existe un reglamento municipal para regular al comercio ambulante, como el que realizan los “enganchadores“ en la vía pública, pero en la realidad es que hay poco control sobre esta actividad, ya que estas personas fácilmente desaparecen es difícil ubicarlos de nuevo”, declaró José Antonio Nevarez Cervera, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) en Yucatán.
El funcionario federal agregó que esa labor es competencia de la Subdirección de Mercados del Ayuntamiento de Mérida.
El funcionario fue entrevistado en torno al caso de la venta abusiva que se hizo a turistas canadienses de dos sombreros en más de $4,000, a una pareja de turistas, en el centro histórico de Mérida.
Los enganchadores, agregó, se esconde como sucedió en el caso de los turistas canadienses pues cuando acudimos al sitio que era su área de operación, después de haber recibido la notificación, él responsable ya no se hallaba laborando.
“No podemos dejar impune actos o prácticas abusivas cometidos hacia un comprador que está adquiriendo un artículo de buena fe cometidos por personas que no están controladas ni reguladas por las autoridades. El ciudadano tiene derechos como consumidor y en este tipo de casos se nos dificulta por lo anteriormente anotado”, recalcó el delegado de PROFECO.
Indicó que muchas veces la Profeco se enfrenta a cuestionamientos sobre la supuesta pasividad con la que actúa en estos casos, pues aseguran que la dependencia no está actuando contra ambulantes, contra los enganchadores y contra cualquier otro tipo de personas que operan en la vía pública.
“Lo que nos corresponde es acudir a brindar la asistencia, pero siempre y cuando haya una denuncia de por medio”, enfatizó.
Nevarez Cervera indicó que más allá de la coordinación para combatir este tipo de problemas relacionados con enganchadores, comisionistas u operadores clandestinos de “tours”, lo principal es contar con una cultura como consumidor y saber acudir a las instancias correspondientes ante una situación de abuso de cualquier tipo de comerciante.
-Aprovecho la oportunidad para recordar que la PROFECO cuenta con una revista institucional y material gráfico variado para informar a la gente sobre sus derechos al momento de adquirir un bien o servicio –expresó.
Por último, informó que sobre el muy sonado caso sobre la venta abusiva de los sombreros, la Profeco se enteró primero por medio de la prensa, aunque posteriormente hubo denuncia de un tercero lo que propició que personal de la dependencia se presentara a efectuar las diligencias administrativas correspondientes.
El funcionario federal agregó que esa labor es competencia de la Subdirección de Mercados del Ayuntamiento de Mérida.
El funcionario fue entrevistado en torno al caso de la venta abusiva que se hizo a turistas canadienses de dos sombreros en más de $4,000, a una pareja de turistas, en el centro histórico de Mérida.
Los enganchadores, agregó, se esconde como sucedió en el caso de los turistas canadienses pues cuando acudimos al sitio que era su área de operación, después de haber recibido la notificación, él responsable ya no se hallaba laborando.
“No podemos dejar impune actos o prácticas abusivas cometidos hacia un comprador que está adquiriendo un artículo de buena fe cometidos por personas que no están controladas ni reguladas por las autoridades. El ciudadano tiene derechos como consumidor y en este tipo de casos se nos dificulta por lo anteriormente anotado”, recalcó el delegado de PROFECO.
Indicó que muchas veces la Profeco se enfrenta a cuestionamientos sobre la supuesta pasividad con la que actúa en estos casos, pues aseguran que la dependencia no está actuando contra ambulantes, contra los enganchadores y contra cualquier otro tipo de personas que operan en la vía pública.
“Lo que nos corresponde es acudir a brindar la asistencia, pero siempre y cuando haya una denuncia de por medio”, enfatizó.
Nevarez Cervera indicó que más allá de la coordinación para combatir este tipo de problemas relacionados con enganchadores, comisionistas u operadores clandestinos de “tours”, lo principal es contar con una cultura como consumidor y saber acudir a las instancias correspondientes ante una situación de abuso de cualquier tipo de comerciante.
-Aprovecho la oportunidad para recordar que la PROFECO cuenta con una revista institucional y material gráfico variado para informar a la gente sobre sus derechos al momento de adquirir un bien o servicio –expresó.
Por último, informó que sobre el muy sonado caso sobre la venta abusiva de los sombreros, la Profeco se enteró primero por medio de la prensa, aunque posteriormente hubo denuncia de un tercero lo que propició que personal de la dependencia se presentara a efectuar las diligencias administrativas correspondientes.