Noticias de Yucatán
Por medio de redes sociales una joven inició una campaña para dar a conocer historias reales de acoso sexual en Mérida, la respuesta fue masiva cientos de comentarios y compartidos hicieron que la campaña de a conocer que la ciudad no está exenta de este tipo de delitos.
Esta campaña fue difundida después del eco que tuvo a nivel nacional el feminicidio de la joven Mara Castilla en Puebla, asesinada y violada al salir de una fiesta y abordar un Cabify.
Decenas de historias de jovencitas de diferentes edades en Mérida fueron difundidas, historias de acoso que sucedieron en lugares como: Tequila MID, La Pulquerida y las calles aledañas al hotel Fiesta Americana.
Todas estas historias tienen como fin hacer despertar a la sociedad y hacer conciencia del grave problema al que las mujeres de Mérida y el mundo se enfrenta.
Publicación de Andrea Arteaga Cote:
Edad: 13 años
A solo una cuadra de mi casa un hombre en una moto se acercó a la banqueta y me preguntó el nombre de la colonia donde estábamos, me comentó que estaba buscando una dirección en un papel, me intentó mostrar el papel y cuando me acerque para leerlo me di cuenta que tenía el pene afuera de su pantalón, tapándolo con su playera mientras se masturbaba. En mi mente me vi empujando su motocicleta para que se caiga de lado e insultarlo. Pero más que eso, me vi en peligro. Le dije que me tenía que ir y me fui corriendo.
Esto también le pasó a mi hermana y a muchas amigas mías.
Edad: 19 años
Todas las mañanas esperaba el camión para ir a la Universidad Anáhuac Mayab en la parada del Fiesta Americana-Mérida. Siempre había un guardia detrás de la puerta de vidrio, muchas veces lo veía pero nunca le prestaba atención, a veces solo volteaba casualmente y me daba cuenta que me estaba viendo a mi o a otras estudiantes, maestras fijamente, con una cara que me daba escalofríos. Una mañana habían pocas personas esperando el camión, yo de costumbre estaba sentada en los escalones, recargada en la puerta de vidrio (donde camina el señor de blanco) platicando con una amiga cuando vi algo de reojo, voltee hacia el edificio y había una libreta pegada al cristal, a la altura de nuestras cabezas. El señor se estaba masturbando atrás del cristal, tapando su pene con una libreta, que estaba pegada a nuestras cabezas. Cuando vio que lo vi se echó varios pasos para atrás y se siguió masturbando detrás de unas plantas. Mi amiga solo me dijo “no te muevas” y lo ignoro, pero yo no podía ignorarlo.. Sentí tanta rabia y asco que a partir de ese día me fijaba mucho más en el y me di cuenta que siempre se masturbaba detrás de unas plantas, viendo a las estudiantes esperar el camión. A veces lo miraba a los ojos retándolo y algunas veces sacaba mi celular como “te estoy grabando” y en seguida se iba de ahí. Días después fui a las oficinas del fiesta americana a quejarme y todo termino en “no lo creo de Don … Él no es así, vamos a hablar con él”. 3 años después, ese guardia sigue ahí.
Edad: 19 años
Aunque ahí dice Esvedra, fui hace unos años con mis amigas a Tequila MID, para bailar y divertirnos. Esa noche teníamos quien nos regresara y todas planeamos tomar. No llevabamos ni una hora de haber llegado, estábamos apenas en nuestra segunda ronda de bebidas y una de mis mejores amigas, con solo un vaso y medio, cayó inconsciente al suelo. Tequila MID, en vez de hacerse responsable por haber puesto algo en la bebida de mi amiga, nos sacaron a todas por que una chica inconsciente se ve demasiado mal en su club.
Edad: 21 años
La Pulquerida – Cantina Latina es unos de mis lugares favoritos para ir a bailar con mis mejores amigas, aunque muchas veces estamos bailando y disfrutando que no nos damos cuenta, de un momento a otro estamos rodeadas de un grupo de hombres aplaudiendonos y viendonos bailar o diciendo cosas.
También en este lugar estaba bailando cuando sentí una mano agarrarme del brazo y jalarme, había tanta gente que no podía ver quién era, solo luchaba contra su brazo que me jalaba con mucha fuerza hasta el otro lado del bar y me soltó frente a un amigo suyo. Me encabroné tanto que empujé al wey que me jaló y los insulte a ambos.
La verdad tenía mucho miedo y nadie hacía nada.
Con Información de La Verdad