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Dos hermanos fueron detenidos esta mañana por agentes de la Policía de Guadalupe cuando transportaban por calles de ese municipio, en el asiento trasero de su auto Camaro, a un caballo al que, según dijeron, llevaban al veterinario.
Para su sorpresa encontraron recostado un caballo color claro, ejemplar que estaba retorcido en el asiento posterior de la pequeña unidad, con las patas traseras y delanteras atadas. El equino tenía la cabeza acomodada en el reducido espacio que había entre el asiento del piloto y la puerta de ese lado.
El hecho insólito ocurrió en el cruce de las avenidas Bonifacio Salinas y Ruiz Cortínez, en la colonia La Luz, cuando los agentes detuvieron a los ocupantes del auto deportivo de dos puertas, color blanco, debido a que en el interior se veía un bulto sospechoso cubierto con una colcha, a la que se le apreciaban manchas de sangre.
Para su sorpresa encontraron recostado un caballo color claro, ejemplar que estaba retorcido en el asiento posterior de la pequeña unidad, con las patas traseras y delanteras atadas. El equino tenía la cabeza acomodada en el reducido espacio que había entre el asiento del piloto y la puerta de ese lado.
Los hermanos Felipe y Tomás Monsiváis explicaron que habían salido del municipio de Benito Juárez, donde tenían pastando al animal, y lo llevaban al veterinario, en el sector Solidaridad, de Monterrey, en el extremo poniente de la zona metropolitana.
El cuadrúpedo evidenciaba cortaduras en la cabeza y en otras partes de su cuerpo.
Los agentes llamaron a personal de Control Animal del municipio de Guadalupe para que atendieran a la bestia afectada. Una paramédico de la Universidad Autónoma fue la encargada de revisar al caballo, al que sacó del coche y lo hizo caminar y pastar en un terreno baldío.
Los desconcertados agentes no sabían cómo proceder en este caso, aunque señalaron que los hermanos Monsiváis podían ser acusados de maltrato animal.
Al final se le aplicó al conductor una multa por falta de licencia de conducir y el vehículo fue enviado al corralón municipal de Guadalupe, para que el propietario se presentara a reclamarlo.
Se comentó que el caballo sería enviado a la Facultad de Veterinaria de la UANL, donde sería curado de sus heridas.
Información de Proceso
