Noticias de Yucatán
Rafael Barajas, El Fisgón, al finalizar su conferencia Homenaje al gran Rius en el edificio central de la Universidad Autónoma de Yucatán, ante un auditorio lleno que aplaudió y rió después de cada anécdota contada por el cartonista sobre su amigo y colega Eduardo del Río, Rius, afirmó que el desaparecido artista “Nos dejó una tarea a todos: corregir a este pinche país. Es una tarea muy difícil, así que no me la achaques sólo a mí”, bromeó con uno de los presentes.
Durante su ponencia, El Fisgón recordó que en esa época había tres secretarías de educación en México: Televisa, la SEP y Rius, éste último era el más efectivo. “Si no tenías una estampita de la virgen de Guadalupe y un libro de Rius en tu casa, no eras mexicano”, expresó.
Comentó que el éxito que tuvo el monero entre los lectores mexicanos se debió a que explicaba temas complicados con una claridad de genio. De su época como seminarista y embalsamador en la funeraria Gayosso, hasta un fenómeno cultural en México, Barajas contó la vida de su amigo y de cómo entró a la revista Ja-ja, sin ninguna preparación académica pero sí con una formación intelectual compleja. “Mientras trabajaba en Gayosso, Eduardo del Río se iba a una librería de viejo cercana y tiempo después comenzó a militar en el Partido Comunista” agregó.
El creador de San Garabato, Los Supermachos y Los Agachados reflexionaba sobre el mexicano a través del humor, a pesar de que en esa época la izquierda no hacía historietas, pues se consideraba un medio más del capitalismo estadounidense. Rius, platicó, creó el género de ensayo-historieta y fue pionero en las colecciones para beginners o principiantes tan populares en Estados Unidos. “A Rius siempre le preocupó que sus historias fueran posibles, a muchos nos introdujo en la política. Destacaba por su inteligencia, claridad y, a diferencia de otros periodistas, no era cínico cuando era inteligente. Era una figura ética que nos hacía falta, y nos sigue haciendo falta”.
El público disfrutó escuchar sobre la ocasión en que Díaz Ordaz mandó a llamar a Rius, después de publicar Los Agachados sobre el movimiento estudiantil del 68. “Lo secuestraron y le hicieron un simulacro de fusilamiento, dos semanas después Rius seguía trabajando, porque es lo que sabía hacer, es lo que le gustaba hacer”.
Contó cuando en un restaurante de Morelia lo confundieron con Chespirito, cuando oyó a una mujer decir que Rius no existía, que se trataba de un grupo de personas que firmaba con ese seudónimo; o cuando, desde su casa, inició una campaña que tuvo mucho eco durante el gobierno de Felipe Calderón, No más sangre, debido a la guerra contra el narcotráfico, y de cómo hasta los últimos días de su vida fue una persona curiosa que comentaba sobre lo que leyó en la mañana. “Es el gran ejemplo que nos deja: cultivar un intelecto como si fueras a vivir siempre”.
El Fisgón escribió como resumen del legado cultural y político de Rius El Evangelio según San Garabato: “En el principio fue el caos, pero luego llegó Rius y todo se puso peor (…) el cuarto día creó los animales, creó a las lagartijas, los sapos, a los Azcárraga padre e hijo, a Carlos Salinas (sólo hijo) , a Marcial Maciel, a Jesús Ortega, a Peña Nieto, a Luis Videgaray y a todo tipo de alimañas (...) y al último día, cuando ya estaba cansado; es decir, harto, creó la Elegía y entonces salió doña M y dijo ¿Quién es Rius? Rius no existe”, leyó.
Al final de su conferencia, el público tuvo la oportunidad de hacer preguntas. Opinó acerca de los nuevos medios digitales y las redes sociales, los cuales, en su opinión, ya no reflejan homogéneamente los intereses del Estado, pero sí de los dueños.
“Sí hay un sector de prensa independiente como la revista El Chamuco, La Jornada, Proceso y hasta hace tiempo Carmen Aristegui, también es cierto que se han democratizado las herramientas de comunicación. En lo que yo hago una historieta, ya aparecieron 10 memes sobre el tema; pero eso da pie a que haya memes misóginos, irresponsables, que se presten a las fake news, por eso hay que contrastar siempre una caricatura con información confiable”. Al contestarle a un joven, compartió que si él estuviera empezando a dibujar en esta época, haría caricaturas en animación para las redes sociales.
Con Información de la Jornada Maya
Rafael Barajas, El Fisgón, al finalizar su conferencia Homenaje al gran Rius en el edificio central de la Universidad Autónoma de Yucatán, ante un auditorio lleno que aplaudió y rió después de cada anécdota contada por el cartonista sobre su amigo y colega Eduardo del Río, Rius, afirmó que el desaparecido artista “Nos dejó una tarea a todos: corregir a este pinche país. Es una tarea muy difícil, así que no me la achaques sólo a mí”, bromeó con uno de los presentes.
Durante su ponencia, El Fisgón recordó que en esa época había tres secretarías de educación en México: Televisa, la SEP y Rius, éste último era el más efectivo. “Si no tenías una estampita de la virgen de Guadalupe y un libro de Rius en tu casa, no eras mexicano”, expresó.
Comentó que el éxito que tuvo el monero entre los lectores mexicanos se debió a que explicaba temas complicados con una claridad de genio. De su época como seminarista y embalsamador en la funeraria Gayosso, hasta un fenómeno cultural en México, Barajas contó la vida de su amigo y de cómo entró a la revista Ja-ja, sin ninguna preparación académica pero sí con una formación intelectual compleja. “Mientras trabajaba en Gayosso, Eduardo del Río se iba a una librería de viejo cercana y tiempo después comenzó a militar en el Partido Comunista” agregó.
El creador de San Garabato, Los Supermachos y Los Agachados reflexionaba sobre el mexicano a través del humor, a pesar de que en esa época la izquierda no hacía historietas, pues se consideraba un medio más del capitalismo estadounidense. Rius, platicó, creó el género de ensayo-historieta y fue pionero en las colecciones para beginners o principiantes tan populares en Estados Unidos. “A Rius siempre le preocupó que sus historias fueran posibles, a muchos nos introdujo en la política. Destacaba por su inteligencia, claridad y, a diferencia de otros periodistas, no era cínico cuando era inteligente. Era una figura ética que nos hacía falta, y nos sigue haciendo falta”.
El público disfrutó escuchar sobre la ocasión en que Díaz Ordaz mandó a llamar a Rius, después de publicar Los Agachados sobre el movimiento estudiantil del 68. “Lo secuestraron y le hicieron un simulacro de fusilamiento, dos semanas después Rius seguía trabajando, porque es lo que sabía hacer, es lo que le gustaba hacer”.
Contó cuando en un restaurante de Morelia lo confundieron con Chespirito, cuando oyó a una mujer decir que Rius no existía, que se trataba de un grupo de personas que firmaba con ese seudónimo; o cuando, desde su casa, inició una campaña que tuvo mucho eco durante el gobierno de Felipe Calderón, No más sangre, debido a la guerra contra el narcotráfico, y de cómo hasta los últimos días de su vida fue una persona curiosa que comentaba sobre lo que leyó en la mañana. “Es el gran ejemplo que nos deja: cultivar un intelecto como si fueras a vivir siempre”.
El Fisgón escribió como resumen del legado cultural y político de Rius El Evangelio según San Garabato: “En el principio fue el caos, pero luego llegó Rius y todo se puso peor (…) el cuarto día creó los animales, creó a las lagartijas, los sapos, a los Azcárraga padre e hijo, a Carlos Salinas (sólo hijo) , a Marcial Maciel, a Jesús Ortega, a Peña Nieto, a Luis Videgaray y a todo tipo de alimañas (...) y al último día, cuando ya estaba cansado; es decir, harto, creó la Elegía y entonces salió doña M y dijo ¿Quién es Rius? Rius no existe”, leyó.
Al final de su conferencia, el público tuvo la oportunidad de hacer preguntas. Opinó acerca de los nuevos medios digitales y las redes sociales, los cuales, en su opinión, ya no reflejan homogéneamente los intereses del Estado, pero sí de los dueños.
“Sí hay un sector de prensa independiente como la revista El Chamuco, La Jornada, Proceso y hasta hace tiempo Carmen Aristegui, también es cierto que se han democratizado las herramientas de comunicación. En lo que yo hago una historieta, ya aparecieron 10 memes sobre el tema; pero eso da pie a que haya memes misóginos, irresponsables, que se presten a las fake news, por eso hay que contrastar siempre una caricatura con información confiable”. Al contestarle a un joven, compartió que si él estuviera empezando a dibujar en esta época, haría caricaturas en animación para las redes sociales.
Con Información de la Jornada Maya