Noticias de Yucatán
El Festival Internacional de la Cultura Maya 2017 cerró su sexta edición con el concierto de clausura en el que los dominicanos de la agrupación dominicana Merenglass y los cubanos de El Fresa y la Sentencia Cubana pusieron a bailar a los asistentes, este 5 de noviembre a las puertas de la Unidad Deportiva Kukulcán.
Más de 500 personas acudieron para escuchar éxitos como El Mango, La Mujer del Pelotero y Kulikitaka. Aunque había sillas disponibles, la gente prefirió acomodarse a los costados del escenario, afuera de las rejas donde algunos aprovecharon el espacio libre para bailar en pareja.
Los asistentes más cercanos al escenario, coreaban las canciones y también bailaron al ritmo del merengue. Algunos espectadores comentaron de broma que las sillas sobraban, porque le restaba ambiente al concierto que “era para bailar”.
La banda dominico-mexicana, Merenglass, se ha presentado en varios foros de México y tiene una amplia presencia en medios de comunicación y de espectáculos. Merenglass salió al escenario alrededor de las 21:30 horas después de que El Fresa y la Sentencia Cubana pusieran a bailar a los presentes. Inició con un popurrí de ritmos caribeños y bailarines vestidos de mariachi.
Ramón Glass invitó a las personas a posar en una foto para la prensa desde el escenario, entre gritos y aplausos, la gente se acercó.
“Esta es la ruta del merengue, hasta llegar a México con nosotros”, manifestó al público antes de tocar la popular canción El Venao del grupo Los Cantantes.
Información de La Jornada Maya
El Festival Internacional de la Cultura Maya 2017 cerró su sexta edición con el concierto de clausura en el que los dominicanos de la agrupación dominicana Merenglass y los cubanos de El Fresa y la Sentencia Cubana pusieron a bailar a los asistentes, este 5 de noviembre a las puertas de la Unidad Deportiva Kukulcán.
Más de 500 personas acudieron para escuchar éxitos como El Mango, La Mujer del Pelotero y Kulikitaka. Aunque había sillas disponibles, la gente prefirió acomodarse a los costados del escenario, afuera de las rejas donde algunos aprovecharon el espacio libre para bailar en pareja.
Información de La Jornada Maya