Noticias de Yucatán
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Yucatán, de las 4 mil 847 personas que viven con VIH en el estado, cerca de 200 serían adultos mayores. Se estima que al menos el 4 por ciento de los casos positivos de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Yucatán, corresponde a adultos mayores.
Este grupo es susceptible a contagiarse de VIH ya que contrario a lo que se piensa la vida sexual de estas personas no ha concluido.
De acuerdo con el Programa de VIH/Sidae Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) en la entidad se presentan casos donde adultos mayores enviudan y con posteriores relaciones se contagian con VIH.
Es ahí donde se sorprenden porque debido a su avanzada edad no se consideran susceptibles al contagio.
Los adultos mayores, debido al poco conocimiento que tienen sobre el VIH/Sida son más susceptibles al contagio ya que cuando esta enfermedad comenzó a presentarse en la década de 1980, muchas de estas personas iniciaban su vida adulta y no estuvieron en contacto con el virus ni tuvieron información al respecto a su alcance.
La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) advierte que toda persona que tiene una práctica sexual de riesgo, no protegida, sin importar la edad, es susceptible de contagiarse.
En el caso de los adultos mayores, prevalece el desconocimiento sobre esta enfermedad. La SSY por medio de su programa de VIH, les proporciona información sobre las medidas de prevención de manera sensible y con un lenguaje sencillo.
Además del contagio por VIH, el adulto mayor puede tener otras enfermedades como diabetes e hipertensión y debido a esto es necesaria una estrecha coordinación con los programas de Atención al Envejecimiento y de Enfermedades Crónico Degenerativas de la Secretaría, para brindarles una atención integral.
La atención integral a las personas mayores con VIH es una prioridad para el programa de la SSY.
A pesar de que esta enfermedad no tiene límite de edad, hoy en día es una infección crónica que ya no es mortal. Las personas que la padecen tienen una mejor calidad y esperanza de vida.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Yucatán, de las 4 mil 847 personas que viven con VIH en el estado, cerca de 200 serían adultos mayores. Se estima que al menos el 4 por ciento de los casos positivos de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Yucatán, corresponde a adultos mayores.
Este grupo es susceptible a contagiarse de VIH ya que contrario a lo que se piensa la vida sexual de estas personas no ha concluido.
De acuerdo con el Programa de VIH/Sidae Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) en la entidad se presentan casos donde adultos mayores enviudan y con posteriores relaciones se contagian con VIH.
Es ahí donde se sorprenden porque debido a su avanzada edad no se consideran susceptibles al contagio.
Los adultos mayores, debido al poco conocimiento que tienen sobre el VIH/Sida son más susceptibles al contagio ya que cuando esta enfermedad comenzó a presentarse en la década de 1980, muchas de estas personas iniciaban su vida adulta y no estuvieron en contacto con el virus ni tuvieron información al respecto a su alcance.
La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) advierte que toda persona que tiene una práctica sexual de riesgo, no protegida, sin importar la edad, es susceptible de contagiarse.
En el caso de los adultos mayores, prevalece el desconocimiento sobre esta enfermedad. La SSY por medio de su programa de VIH, les proporciona información sobre las medidas de prevención de manera sensible y con un lenguaje sencillo.
Además del contagio por VIH, el adulto mayor puede tener otras enfermedades como diabetes e hipertensión y debido a esto es necesaria una estrecha coordinación con los programas de Atención al Envejecimiento y de Enfermedades Crónico Degenerativas de la Secretaría, para brindarles una atención integral.
La atención integral a las personas mayores con VIH es una prioridad para el programa de la SSY.
A pesar de que esta enfermedad no tiene límite de edad, hoy en día es una infección crónica que ya no es mortal. Las personas que la padecen tienen una mejor calidad y esperanza de vida.