Noticias de Yucatán
Cuando nos encontramos en una posición incómoda durante un período largo de tiempo es normal que nuestro pie, pierna o brazo se sientan entumecidos.
Rebecca Traub, de la Facultad de Medicina UNC, explica que esta pérdida de sensibilidad es causada por la “compresión temporal de los nervios”. Cuando el nervio es pellizcado, deja de comunicar señales a la columna vertebral y el cerebro se confunde haciendo difícil el movimiento.
Steven Vernino, profesor de neurología en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, explica que los nervios transportan señales eléctricas de igual manera que el agua a través de una manguera. Esas señales se transmiten a la columna vertebral y a una parte específica del cerebro donde se reconocen creando un mensaje y enviándolo de vuelta.
Por ejemplo, al tocar una estufa caliente, los nervios de la mano disparan una señal al reflejo que se interpreta como dolor y esté camino nos hace sentir que nos quemamos.
Un nervio común en la pierna que se comprime es el nervio fibular, que viaja alrededor del lado de la rodilla y a menudo se pellizca cuando la gente se sienta con las piernas cruzadas por un período prolongado”. Aseguró Traub.
El hormigueo que se siente una vez que se “durmió” nuestro pie, brazo o pierna, se sienten cuando se están recuperando la función, en lo que la extremidad se encuentra “despertando”.
En términos médicos, esto se conoce como parestesia. El malestar, que a veces es doloroso, generalmente hace que cambies tu posición.
Cuando nos encontramos en una posición incómoda durante un período largo de tiempo es normal que nuestro pie, pierna o brazo se sientan entumecidos.
Rebecca Traub, de la Facultad de Medicina UNC, explica que esta pérdida de sensibilidad es causada por la “compresión temporal de los nervios”. Cuando el nervio es pellizcado, deja de comunicar señales a la columna vertebral y el cerebro se confunde haciendo difícil el movimiento.
Steven Vernino, profesor de neurología en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, explica que los nervios transportan señales eléctricas de igual manera que el agua a través de una manguera. Esas señales se transmiten a la columna vertebral y a una parte específica del cerebro donde se reconocen creando un mensaje y enviándolo de vuelta.
Por ejemplo, al tocar una estufa caliente, los nervios de la mano disparan una señal al reflejo que se interpreta como dolor y esté camino nos hace sentir que nos quemamos.
Un nervio común en la pierna que se comprime es el nervio fibular, que viaja alrededor del lado de la rodilla y a menudo se pellizca cuando la gente se sienta con las piernas cruzadas por un período prolongado”. Aseguró Traub.
El hormigueo que se siente una vez que se “durmió” nuestro pie, brazo o pierna, se sienten cuando se están recuperando la función, en lo que la extremidad se encuentra “despertando”.
En términos médicos, esto se conoce como parestesia. El malestar, que a veces es doloroso, generalmente hace que cambies tu posición.