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Los Ángeles.- El mexicano indocumentado Luis Bracamontes, deportado varias veces y con un historial delictivo, fue condenado a la pena de muerte por matar a dos policías en California en octubre de 2014.
El mes pasado el jurado había encontrado culpable a Bracamontes de dos cargos de asesinato con agravantes por las muertes de Danny Oliver, ayudante del alguacil del condado de Sacramento, y Michael Davis Jr., detective del condado de Placer, el 24 de octubre de 2014.
Al escuchar la sentencia, el mexicano, que ha mostrado en el juicio una conducta agresiva e insultante, sonrió y "aplaudió silenciosamente", según una descripción ofrecida por el diario Sacramento Bee.
"Ojalá hubiera matado a más", expresó en una oportunidad. "Pronto me escaparé y mataré a más".
En el momento que el jurado leyó la sentencia, Bracamontes sonrió y aplaudió en silencio.
"Yo le sonreí de vuelta a propósito", dijo la madre de Oliver, Jeri Oliver, citada por el Sacramento Bee.
"Es un ser humano asqueroso y malévolo y la pena de muerte es totalmente acertada", dijo por su parte el sheriff de Placer, Devon Bell.
Según la acusación, el indocumentado disparó contra Oliver fuera de un motel en Sacramento, lo que desencadenó una persecución de 48 kilómetros que duró horas y terminó después de que Bracamontes le disparara a Davis y se rindiera tras un largo enfrentamiento.
Durante el juicio Bracamontes gritó en la corte que era culpable y pidió que lo mataran.
Además amenazó con matar a sus abogados defensores y a otros agentes. En una ocasión tuvo que ser retenido después de que el juez dictaminara que no podía despedir a sus abogados.
Janelle Monroy, de 41 años, esposa de Bracamontes y quien estuvo con él durante los hechos, fue hallada culpable del asesinato del detective Davis y de otros nueve cargos en febrero.
El 23 de marzo Monroy fue condenada a 24 años en prisión a cumplirse previamente a otra sentencia de entre 25 años y cadena perpetua por asesinato.
No se espera que la condena de Bracamontes, que genera una primera apelación automática según la ley de California, sea ejecutada prontamente.
Actualmente en California hay 746 presos condenados a la pena de muerte y el promedio de espera en la cárcel antes de la ejecución es de 17 años según datos del Departamento de Correccionales del estado. Milenio